La madurez absoluta de la afición de Mestalla

El valencianismo vivió una nueva decepción, el gol de Alcaraz impidió que el equipo sumara los tres puntos y a pesar de los tímidos pitos del final la afición reconoció el esfuerzo de los suyos. Lejos de la lectura general, la grada de Mestalla dio toda una lección de madurez y fue el motor absoluto del equipo.Los jugadores recibieron el aliento de los suyos desde el primer minuto, ni siquiera en los peores momentos de la primera mitad se percibió a un Mestalla desquiciado con los suyos.

El encuentro no pudo ser más dramático y un final más desgraciado. Rodrigo falló un penalti pero las emociones se desataron cuando Parejo logró adelantar al Valencia, los futbolistas se liberaron y vieron la victoria más cerca, sin embargo en una nueva acción desgraciada se dejaron escapar dos puntos más. Tal y como reconoció Marcelino en rueda de prensa el empuje final de sus jugadores vino motivado por la gran disposición del público. Al contrario que el día del Huesca los pitos fueron mínimos, Gameiro fue uno de los miembros de la plantilla que se llevó la peor parte, el francés fue silbado a su salida al campo.

La situación del equipo es crítica a nivel de resultados pero el ambiente que se vive en Mestalla es de madurez absoluta. La afición ha sido criticada por un sector de la prensa pero ha demostrado con hechos que es el gran aval del club. Frente al Valladolid ofreció toda una lección y su puesta en escena debe ser calificada con un sobresaliente.