"Peter Lim está cabreado": peligro

"Peter Lim está cabreado”. La frase es de Mateo Alemany, el director general del Valencia, refiriéndose a qué piensa el dueño de la entidad del estado actual de las cosas. También dijo preocupado, pero sobre todo yo me quedo con cabreado, porque su servidor fuera Lim lo estaría, y mucho, y como afortunadamente él no tiene mi carácter, no incendia la ciudad. Porque tiene motivos para hacerlo, porque arriesgó al máximo este verano, quizá incluso por encima de esa máximo, y ahora todo ha salido mal. Le dijeron hasta cansarse que debía rodearse de gente de fútbol, que eran ellos los que debían mandar en la parcela deportiva. Y así lo hizo, primero con Alemany y luego con Marcelino, y más tarde con Pablo Longoria, al que sacó de la Juventus de Turín nada menos. Y ahora podría decirnos a todos aquello de “i ara qué fem?” Si encima lo dijera en valenciano sería tremendo.

Y él es que tiene la llave del siguiente movimiento, aunque sigue confiando, y mucho, en Mateo Alemany, que vista y oída de nuevo su rueda de prensa es el que decide el futuro de Marcelino en el corto plazo. Pero Lim sigue teniendo motivos para estar cabreado, mucho, porque todo ha salido mal y se ha hecho conforme le dijeron que debía hacerse, y con las personas que debía ejecutarse. Y al final esto tiene una moraleja, o una lección: en el fútbol no hay nada escrito ni nadie sabe nada. Pero esto no lo escucharemos, seguro.