¿Vamos a tener las narices de echarle la culpa a Peter Lim de este Valencia?

¿El entorno del Valencia va a tener el cuajo de culpar a Peter Lim de lo que le pasa al equipo? Podemos entrar en debate de muchas cosas, sin duda, porque Anil Murthy es una figura de la que podemos hablar y no precisamente bien, pero además de ser un actor prescindible y secundario en esta película, su intendencia en cómo va el equipo es mínima por no decir nula. Después del primer año completo de Lim, de Meriton, con esa clasificación para Champions League de la mano de Nuno, vino el verano en que todo se hizo peor que mal, que terminó con Gary Neville en el banquillo y un gol contra el Sevilla en un partido en Mestalla casi en el minuto 90 que salvó muchos más muebles de los que nos podemos imaginar. Y sí, ahí el culpable de todo era Peter Lim, de todo y de más. Y se le dio cera por sus responsabilidades y por las de de una década de gestión horrenda, que ya puestos a dar, que sea buffet libre.

Pero este año, después de volver a la Champions, de hacernos sentir orgullosos en el campo y fuera de él (salvo cuando a Murthy le da por venirse arriba, vale), el propietario de más del 80% de este club, el dueño en definitiva (sé que algunos les molesta, pero más me molesta a mi que otros lo hundieran), pone toda la carne en el asador, confía en gente de fútbol, hace los fichajes que le piden y no vende a nadie que no se quiera vender. Transige con todo lo que le piden y consigue que vengan a Mestalla todos las primeras opciones, o casi todas. Y el equipo no va ni para atrás. Ahora la apretamos con el Nuevo Mestalla, la deuda y que pague por supuesto la multa de la Unión Europea, ¿pero le vamos a reprochar algo más?