Marcelino merece un voto de confianza como entrenador del Valencia

“El Valencia debe cesar a Marcelino como entrenador de forma inmediata”. La frase se ha escuchado este año, y contra todo pronóstico. Y si digo que yo mismo la he pensado, y quizá hasta verbalizado, no miento. Y que en cualquier otro Valencia de los últimos 20 años, con todo lo invertido y la confianza depositada, estaría hace semana fuera, lo mismo. Pero cuando se le renovó el contrato en verano hasta 2020, se tomó una decisión que no puede ser de ninguna manera cortoplacista. La temporada, salvo debacle aún peor de lo que llevamos en enero, debe seguir, como mínimo, hasta que termine esta campaña, porque la planificación y las ideas son suyas, porque los errores también, y la manera de subsanarlos también debe nacer del técnico asturiano. Sería lo más coherente de todo lo que podría pasar, y la victoria contra el Huesca ha dado un pequeño alivio básico para esto.

Ni euforias ni cosas raras por el estilo, pero afrontar la Navidad habiendo ganando, y de esa manera, y en la mejor clasificación de todo el año, después de todo debe ser una alegría, y ojalá como apuntaban muchos tras el gol de Piccini, un punto de inflexión, ese que tienen todos los equipos en un momento dado. Marcelino, insisto, a no ser que todo se convierta en un desastre absoluto en enero, tiene que ser el entrenador del equipo como poco hasta acabar el curso, y después ya se verá… aunque las decisiones se deben tomar y actuar en consecuencias de las mismas.