Marcelino, ¿dimisión?

El entrenador del equipo no encuentra la forma de hacer reaccionar a su equipo, el que él mismo ha diseñado y que no va de ninguna manera

Toni Hernández | 08 DIC. 2018 | 18:03
Marcelino García Toral

“Si todos los días comes zanahorias, todos los días defecarás (lo dice de otro modo), zanahorias”. La frase es de Emilio Duro, un coach motivacional que por cierto recomiendo de forma encarecida porque vale mucho la pena. Y la verdad es que es una frase que se le puede aplicar a Marcelino García Toral, porque el técnico asturiano del equipo insiste una y otra vez en hacer lo mismo, sin cambio, sin concesiones a nada nuevo o diferente, y si llevas practicando lo mismo durante meses y tus resultados son horribles, si sigues haciendo eso, lo normal es que no mejores. El nivel físico de los jugadores era una buena coartada al comienzo, pero eso ahora ya no vale, ya no se puede admitir como excusa. Y eso lo sabemos todos, incluyendo el propio Marcelino.

Tienes a algún jugador clave que no va, como Guedes, otros que no se encuentran, como Parejo, y algunos que no recuperan el nivel, como Rodrigo, y tu insistes en ponerlos como titulares una y otra vez, y sin mejora que se aprecie en ninguno, incluso con deficiencias físicas que ponen a los pies de los caballos a los propios futbolistas. Marcelino tiene que exigirse mucho más a él mismo, jugando con una frase que pronunciaba esta misma semana, porque es el capitán del barco, y se le va más perdido que a un polizón que se ha metido a escondidas. ¿Dimisión? ¿Cese? Algo tiene cambiar y no cambia, y es en esos momentos cuando cambia alguien.