En el Valencia no puede haber bandos, no cometamos errores del pasado

Están siendo días en los que se percibe una fractua que no tiene sentido, y debe ser el club quien la cierre de una vez por todas

Redactor Jefe | 22 NOV. 2018 | 07:00
Mestalla

Las guerras intestinas en el Valencia son como el pan nuestro de cada día, han existido casi el mismo tiempo que tiene el club, y eso ha sido uno de los lastres históricos que ha tenido la entidad para no ser mucho más grande de lo que ya es. Y no vale decir que eso pasa en todas partes, porque lo que ocurra en otros sitios aquí nos tiene que dar a todos muy igual. Unir a todas las facciones del club es casi imposible, primero porque además de los grandes grupos, que siguen existiendo, de forma más o menos latente, dentro de cada uno nosotros vive una manera diferente de hacer club, de entenderlo, de llevarlo a cabo. Y la habilidad de enfadar a todos por igual, o de contentar (vamos a ver la botella medio llena), ha sido siempre la clave para tener un entorno favorable, lo que siempre genera buenos resultados deportivos.

De un tiempo a esta parte parecía que se vivía un tanto en paz, después de un par de años terribles, con imágenes y momentos que mejor no recordar. Se había vuelto a la senda del sentido común, a hacer las cosas de forma natural y de cara, con Mateo Alemany ejerciendo de perfecto maestro de ceremonias además de gran gestor. Y justo en el año del Centenario, con la ilusión recuperada por parte de todos, se generan fracturas porque no se quiere escuchar a todos los que quieren ayudar al club. La primera tarea de la entidad es atender a su gente, y eso no se le puede olvidar a nadie. Y si se ofrecen a ayudar, se les escucha. Y no se divide, que eso es de ser muy estúpido, muy ignorante, o las dos cosas al mismo tiempo.