Desilusión y falta de tacto en el año del Centenario

Opinión/ Cada día que pasa la afición está más descontenta con la forma en la que el Valencia está tratando el centenario y la imagen del club, una pena

Jose Hernández | 21 NOV. 2018 | 08:00
Valencia CF

La 2018-19 era una temporada marcada en el corazón del valencianismo desde hace mucho tiempo. A Meriton le ha tocado regir el destino del club en un año tan señalado, pero no parece que hayan enfocado tal efeméride con la importancia que requiere. Quizá sea un problema de choque de culturas o simplemente que a los dirigentes del club les resta mucho por aprender y conocer, pero está claro que hasta el momento la sensación general entre los seguidores del Valencia es de absoluta decepción ante la falta de tacto. La cosa no pudo comenzar peor, con una presentación del uniforme en la que el valencianista de a pie no pudo participar y la elección de un himno que convenció a muy pocos. Independientemente del gusto musical de cada uno, el hecho de no elaborar al menos una versión en valenciano fue el primer golpe.

Habrá que esperar a 2019 para hacer una valoración, seguro que habrá actos emotivos y además el club tiene la oportunidad de demostrar que ha aprendido de los errores. De momento, y al margen de los malos resultados del equipo, nos encontramos muy lejos del centenario soñado por cientos de miles de valencianistas. Escenas como la vivida en la presentación del libro oficial, en la que muchos valencianistas no pudieron asistir denota dejadez y falta de decoro con el verdadero motor de la entidad, que no es otro que la masa social. Aspectos como el retraso con las camisetas conmemorativas o la ausencia de un acto para presentar a los fichajes solo hacen que aumentar el despropósito.

El centenario no debería ser la excusa para que unos pocos saquen pecho y proclamen palabras vacías desde un atril, pero está dejando claro cual es la línea y las prioridades de los gestores del club. Capítulo al margen merece la gestión de redes sociales y el ridículo que han pasado en las últimas semanas los aficionados realmente militantes asistiendo al dantesco espectáculo de la cuenta oficial en inglés. No es el camino y desde luego no es la forma correcta de tratar la imagen y proyección de un club con casi cien años de historia. El valencianismo merece otra cosa y sobre todo respeto.