El Valencia tira a la basura la Champions del Centenario (salvo milagro)

La Champions League no entiende de milongas, y cuando tu necesitas ganar un partido, lo que debes hacer es ir a por el partido, con todo lo que tengas. Llorar por las bajas es absurdo, porque no te vale de nada, y lo que toca es poner en el campo a los mejores jugadores que tengas disponibles, con el sistema más ofensivo que puedas sacar. Y eso fue lo que hizo Marcelino, supliendo a Garay con Diakhaby, y metiendo a Ferran Torres a pierna cambiada. Y sobre todo, yendo al ataque desde el comienzo. Y por eso se marcó el 0-1, por fin Batshuayi vio puerta, y eso relajó al equipo, esa ansiedad que le persigue. El equipo tocaba y dominaba, y llegaba al área contraria, con Kondogbia y Parejo al nivel que toca. La primera parte era buena, quizá la mejor en tiempo.

La segunda parte debía ser inteligente, básicamente inteligente. Pero lo cierto es que comenzaba con dos sustos en forma de dos ocasiones muy claras para los suizos. Demasiado claras. Y llegó el error de Parejo, uno más, de forma irresponsable, haciendo un penalti que costaba el empate. Faltaban 35 minutos. Partido suelto, nada controlado, aunque los cambios de Marcelino, con Gameiro y Coquelin , dieron mucha más consistencia al equipo. Durante algunos minutos dio la sensación de que se podía cambiar la dináminca del choque, pero fue un espejismo. La victoria era lo único que valía, lo que se necesitaba para seguir vivos, pero la Champions se queda en Suiza...