Las elecciones a la Federación Valenciana de Fútbol: verdades y respeto

Las elecciones a la presidencia de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana están enfrentando a Salvador Gomar por un lado, y a David Albelda por otro. Un combate singular, entre una persona con amplia experiencia de la gestión de clubes deportivos y en cómo funcionan todos los procesos federativos a nivel territorial y nacional, y otra que adolece de todos estos conocimientos. ¿Eso es significativo? No, simplemente es una evidencia que Gomar lleva en esto toda su vida profesional y Albelda no lo ha pisado jamás. Pero más allá de si este factor es o no relevante, algo que deberán decidir los compromisarios que voten en su momento, lo que se debe tener es un enorme respeto por todos y cada uno de los trabajares de la “Fede”, porque esa gente es intocable, son buenos profesionales, y con sus cosas (que como en todas partes las hay), trabajan por los clubes valencianos de una forma extraordinaria.

Quien ponga en duda esto (y quejas, repetimos, siempre puede haber), es que no tiene la más remota idea de lo que dice, y quien los ponga en tela de juicio es un desalmado que no sabe de lo que habla. Que se peleen los que quieren mandar puede ser correcto, aunque la imagen que está dando el fútbol valenciano se aleja de lo que todo el mundo querría, aunque al menos se está hablando de los modestos, que ya es algo (aunque cuando pase el proceso electoral vuelvan casi seguro a su papel de olvidados), pero faltar al respecto a quien hace milagros por los clubes de esta comunidad es indigno. No se puede presionar a la gente para que hable bien o mal de unos u otros, no se puede poner en tela de juicio su honestidad en función de si lo hacen o no. Y sobre todo, no se puede tirar de amiguismos no padrinos que vayan por detrás para parecer mejor de lo que eres.