Figuras que deben ser claves en el Centenario del Valencia: Vicente Peris Lozar

Hay muchos personajes que han sido olvidados, que no tienen el reconocimiento que merecen, y ahora es el momento perfecto para hacerlo

Redactor Jefe | 12 SEPT. 2018 | 00:01
Peris junto a Di Stefáfano y delante Julio de Miguel

El Valencia tiene que usar su Centenario para sacar del olvido a muchos grandes personajes que han hecho grande al club a los largo esos 100 años de historia. Son muchos, y desde aquí intentaremos hablar de todos, aunque eso será casi imposible porque todos han tenido su peso, su trascendicia, y por supuesto, su influencia en cada uno de nosotros o en nuestros padres y abuelos. Y por ahí vamos a empezar, por alguien a quien no tuve la suerte de conocer, murió antes de que naciera, pero del que mi padre hablaba siempre bien, comparaba a todos los que ocupaban su puesto con él, y que siempre tenía en la boca como un referente del club a todos los niveles. Don Vicente Peris Lozar no tuvo una vida tan larga como hubiera tocado, pero sin él, y eso que jamás fue presidente, entrenador o jugador, la historia de este club sería otra, y probablemente peor.

Se fue con apenas 48 años, y de un infarto tras un partido contra el Atlético de Madrid. Recuerdo contar a mi madre qué estaba haciendo cuando lo dijeron por la radio. Fue la mano derecha de don Luis Colina, otra figura a rescatar, que fue el gran arquitecto del equipo en los años 40 junto a Luis Casanova, y aprendió a dirigir un club de fútbol en un momento donde el profesionalismo estaba lejos. Fue parte en la reconstrucción del equipo en los 50, en la remodelación de Mestalla, en sacar agua del estadio con la riada, en la despedida de Puchades, en el equipo europeo con Julio de Miguel, en traer jóvenes talentos de todas partes del país, en ganar una Liga sin estrellas de fuera. Era el alter ego de los varios presidentes que tuvo, y el Valencia era él. Y por todos era respetado y admirado, y los que le sucedieron siempre vieron en él un espejo. Hasta que Vicente Peris empezó a ser una sombra del pasado. Un pecado que jamás se debió cometer y que hay que subsanar.