El Valencia perfecto de Mateo Alemany

El Valencia perfecto de Mateo Alemany es algo de lo que se puede presumir hoy en día. Y es que el director general del club abarca una cantidad de espacio que nadie desde fuera es capaz de ver en su total dimensión. Está en todas pero sin pisar a nadie, delegando pero controlando, y desde luego siendo la mano ejecutora del dueño de la entidad, Peter Lim, que le tiene una fe absoluta, aunque por supuesto sigue teniendo a su gente, como Anil Murthy o Kim Koh, pero sin que interfieran tampoco en la labor del balear. Es un ecosistema complejo de poner en marcha, ya que incluso hablamos de distintas nacionalidades, culturas y formas de ver la vida y el fútbol, pero han sido capaces de ponerse todos de acuerdo, de delimitar bien las parcelas, de no pisar el charco ajeno, y eso ha hecho que Alemany tenga mucho más peso, porque el fútbol al final manda.

Tiene un equipo de trabajo que en gran parte ya está siendo elegido por él, o que al menos ya cuenta con su voto de confianza después de un preceptivo tiempo de prueba, el que marca el sentido común para que todos tengamos claro dónde estamos. Alemany ha hecho un Valencia más amable y más cercano, tanto para el seguidor del equipo como para el que trabaja con él, y eso vale su peso en oro. Antes de llegar, la entidad quizá atravesada uno de sus peores momentos en cuanto a ese tema en particular, y ahora mismo es todo lo contrario. Quizá eso de un club perfecto sea demasiado, pero se le empieza a parecer bastante.