Y ahora Peter Lim, a inaugurar el Nuevo Mestalla

Peter Lim ha hecho una inversión en fichajes para el Valencia espectaular, cambiando la imagen del equipo, si eso era posible después de la metamorfosis del año pasado, y yéndose a un gasto total que supera los cien millones de euros y sin tener que sacar a ninguna de las piezas clave del equipo de Marcelino García Toral. Si nos llegan a decir esto hace apenas unos meses nadie lo hubiera creído, porque se daba por sentado que habría que sacar estrellas para traer otras, vender para ser mejores como dijo Mateo Alemany, pero no ha sido así, al menos con los jugadores importantes. Y estando eso bien, porque es importante y más en el año del Centenario, lo cierto es que no es lo único, ni mucho menos.

Pero la guinda del pastel, aunque alguno no lo vea o no lo quiera ver, es que el Nuevo Mestalla se ponga a rodar de nuevo, haya máquinas en esas obras que llevan paradas un tiempo vergonzoso (y eso es culpa de muchos, pero no de Peter Lim), y se vea un día para que sea la nueva casa de todos. “No hace falta, Mestalla ahora es un estadio magnífico”. Ahora y siempre, pero ese no es el caso. Hay una orden de derribo que se debe ejecutar, y un futuro que se debe planear, y el actual estadio no está preparado, ni puede estarlo, para ser un generador de ingresos atípicos que te ponga a la altura del resto de clubes europeos de nivel, que ya tienen ese tipo de recintos. Ese es el gran reto pendiente, y hay que lograrlo.