Un partido para reflexionar y aprender de los errores

El primer revés para el Valencia ha llegado muy pronto, pero precisamente por eso no se debe caer en el fatalismo. Hay tiempo para corregir errores

Jose Hernández | 27 AGO. 2018 | 08:00
Piccini

El partido del Valencia en Cornellà fue uno de los peores de la era Marcelino, no es aconsejable poner paños calientes a lo que fue una actuación demasiado decepcionante de los jugadores. Es un partido que debe servir para poner los pies en el suelo y no dejarse llevar por la euforia que ha acompañado al Valencia en las últimas semanas, queda mucho y no hay que caer en el fatalismo, pero también hay que ser conscientes de que el equipo tiene trabajo y muchos aspectos que mejorar.

Nadie como Marcelino conoce mejor a los jugadores del Valencia. Por eso las decisiones del técnico deben ser analizadas desde la distancia pero nunca utilizndo una crítica feroz, el asturiano merece confianza. No se entiende la situación de Murillo teniendo en cuenta el bajo nivel que está demostrando la defensa, pero el técnico fue tajante en rueda de prensa y aseguró que el colombiano tendrá su oportunidad cuando él estime que lo merece. Los conceptos defensivos del Valencia son preocupantes, pero más todavía los imperdonables errores de concentración que están costando muy caros. Tampoco la delantera se salva si exceptuamos a Rodrigo, uno de los mejores ayer.

El estado de forma de Batshuayi y de Gameiro no es bueno, y por ello Marcelino se ha visto obligado a utiizar a Santi Mina en los dos encuentros, todos sabemos las virtudes y defectos del gallego. Carlos Soler no está bien y sufre demasiado en banda derecha. Quizá un descanso y modificar algunos aspectos de su juego sería positivo. Y sobre los fichajes poco que decir ya que han aparecido en contadas ocasiones, eso sí, en el caso de Piccini y los problemas del equipo en banda derecha hay que reconocer que las dudas van en aumento. El Valencia debe ponerse manos a la obra para empezar a sumar de tres en tres.