La euforia y la depresión en torno al Valencia

La euforia y la depresión del entorno del Valencia en pretemporada es un tema que se debe analizar, porque si cuando hay cosas en juego, en plena campaña, se ven cosas que pueden dar lugar a la vergüenza ajena, que eso mismo ocurra en plena etapa estival, con cambios, ajustes, fases de acoplamientos y partidos amistosos, es ya digno de un análisis profundo. Al final somos víctimas de nuestras propias expectativas, y eso no es bueno, nada bueno, porque ciando se gana con facilidad la liga de verano, esa en la que no juegan partidos en los que haya puntos, todo se complica mucho, tanto en positivo como en negativo. Se afirman opciones de ser campeones de Liga o no de no luchas ni por Champions en julio…

Y de jugadores que deben ser titulares y otros que no sirven ni como mal ejemplo, algo que tampoco tiene sentido alguno. Se hacen sentencias como si estuviéramos jugando las rondas de eliminatorias de la Champions League, y sería bueno para todos el no perder la perspectiva de dónde estamos en este momento. Hay jugadores que están de paso, para tener escaparate y salir cedidos. Otros ya está decidido que deben salir traspasados porque no cuentan de cara al año que viene, y lo más simplemente se están poniendo a punto. Los objetivos no se alcanzas ni se pierden ahora, mucha calma, y sobre todo confianza en el trabajo de Marcelino García Toral, que algo de crédito se ha ganado en los meses que lleva aquí.