Esa puñetera manía de cuestionar cada fichaje del Valencia, como si Marcelino, Longoria o Alemany fueran aficionados

¿A qué piensa el personal que se dedican los profesionales del club, a pasar el rato mientras juegan al PC Fútbol por si suena la flauta?

Toni Hernández | 23 JUL. 2018 | 07:01
Longoria, Murthy, Lim, Alemany y Koh

Cuestionar los fichajes del Valencia como si Marcelino García Toral, Mateo Alemany o Pablo Longoria fueran aficionados que echan las horas en el club jugando al PC Fútbol. De entrada algo sencillo: ES IMPOSIBLE acertar en todas las incorporaciones cada año, porque en un club como este toca arriesgar con apuestas, aunque ni gastando ingentes cantidades de dinero puedes estar seguro de no fallar alguna vez. Precisamente este oficio, por suerte o por desgracia, se basa en eso, equivocarse lo menos posible, y ese es el que se acaba llevando el gato al agua. Pero ver cómo se cuestionan decisiones del entrenador, del director deportivo o del director general con cierta ligereza, cuanto menos genera cabreo. Al menos en algunos que quizá puedan conocer más el oficio por dentro, que también es importante.

Si a estas alturas, el entrenador y el director general no tienen cierto crédito, si después del milagro que hicieron el año pasado no se debe confiar en ellos, es para salir corriendo. Cabe recordar, a esos analistas fenómenos, que Nuno era suplente, Murillo deshecho de tienta, Paulista un suplente, Kondogbia un jugador que no se sabía de qué actuaba… si este buena gente quiere a Piccini, y si puede pagar, viene. Si confían en Gameiro y hay dinero, viene. Y así con todos los que pretenden o entiendan que harán un Valencia mejor, porque posiblemente ellos lleven meses pensando en el curso que viene, y hayan visto y analizado decenas de jugadores… que los demás no. Y es que el oficio es así.