¿Le podría la presión a Iago Aspas si ficha por el Valencia?

El gran problema para el Valencia en el fichaje de a Iago Aspas, además de los 40 millones que habría que pagar al Celta de Vigo haciendo frente a la cláusula de rescisión (si es que los gallegos no se atienen a negociar por lo que empiezan a considerar un símbolo celtiña), es la presión. Esa que pudo con el mundialista de nuevo cuño por España en el Liverpool primero (fuera de España, no hablaba inglés, un club con la máxima exigencia) y en el Sevilla después (ahí sólo pudo acusar estar en un “grande”, nada más). Y cuando se pone todo en contexto y negro sobre blanco, y se le da vueltas a la cifra que se debe abonar, incluso si finalmente “sólo” es la mitad, las dudas se ciernen. Sus 31 años tampoco ayudan a disiparlas, sino más bien a todo lo contrario, y eso no puede ser bueno.

Que el Celta quiere traspasarlo (tal vez necesita venderlo, o tiene claro que es la última gran oportunidad) no queda claro del todo pero no se cierra en banda. Que el chico pide a gritos al fútbol otra oportunidad, la que cierre su carrera, para demostrar lo bueno que es lejos de Balaídos, eso sí que está más que claro. Pero hay que mirarlo todo, y aunque el perfil deportivo sin más consideraciones está claro y aprobado, esto va de muchas más cosas. El Valencia ahí no se puede equivocar, no tiene margen de error, y en este tema hay demasiadas cosas que están en el aire, hay menos fiabilidad de éxito en la operación de lo normal, y a eso no es ajeno nadie.