El Valencia la da una patada a la puerta de la Champions League

El Valencia la da una patada a la puerta de la Champions League porque quiere entrar en ella al precio que sea. Y si hay que jugar mal, se juega, y si el rival te pone en aprietos, pues te repones. Eso es lo que te lleva a jugar con y contra los grandes de Europa. Quien no lo entienda va a pasar un final de Liga largo, muy largo, porque esto va a ir de sumar todos los puntos posibles, de zanjar cuanto antes la cuarta plaza, y ya en ese punto, empezar a pensar en el equipo del año que viene en todos sus planos. De eso hablaremos esta semana, pero lo importante es estar con los mejores, al precio que sea. Lo pasó mal el Valencia, mucho, incluso avanzándose en el marcador, porque la lesión de Santi Mina trastocó el plan de salida. Estaban todos los “buenos”, y ese sí era el plan de Marcelino. Al descanso se llegaba ganando y bien, aunque el partido estaba todavía muy abierto.

La Segunda parte no pudo empezar mejor, porque el gol de Zaza, qué importante puede ser el italiano para todo lo que viene, ponía el 2-0 en el marcador y la situación ideal para el equipo de Marcelino: rival echado adelante, dejando espacios y opción de poder correr y salir a la contra como demonios. El Valencia se iba a echando atrás intentando hacer caer al Betis en esa trampa. Pasaban los minutos, y salvo la dureza del Betis y alguna decisión arbitral rigurosa, no ocurría gran cosa, y eso era al final lo mejor para los locales. 8 puntos de ventaja al quinto, y el gol average. Si en Sevilla se puntúa, el objetivo está más que en la mano.