El objetivo del Valencia no era la Champions, pero no clasificarse, hoy, sería un fracaso

“La Champions League era utópica para el Valencia en septiembre”, decía el entrenador del equipo en le rueda de prensa previa al partido del Betis. Una verdad como una catedral. También comentaba que “ganarlo todo en Mestalla nos lleva a jugarla, no hace falta ir a Oxford”, una obviedad de un tamaño idéntico. NADIE daba un duro por el equipo entre los cuatro primeros antes de empezar la Liga, y ha sido el rendimiento dado, especialmente en el primer tercero de campeonato (aquel 30 de 36), el que ha dejado en bandeja una clasificación entre los cuatro primeros con la que nadie contaba. Sin duda, quedando 12 partidos y sacando 8 puntos al quinto, quedarse fuera sería un fracaso, pero quien no quiere entender las palabras de Marcelino tiene un problema.

Este grupo fue azotado por la presión de todos exigiéndole ganar la Liga durante varias semanas. Fue el mismo asturiano el que decía, semanas tras semana, “no tenemos plantilla para eso”, y nadie, y digo nadie, le hacíamos demasiado caso, porque estar ahí arriba embriaga, y mucho. Se está cerca, muy cerca, y ganando al Betis mucho más, y ahora es cuando se tiene que apretar el trasero hasta que no se pueda más, porque la ocasión es historia dadas las circunstancias que precedían a la temporada. No entiendo ciertos comentarios, o que se diga que ahora se reconoce que la Champions League es el objetivo. Es que no lo era, ha aparecido. Pero eso sí, si la dejamos escapar, para matarnos.