El problema del Valencia más allá del juego del equipo

Opinión/ Los últimos resultados han cambiado la tendencia pero esconden problemas de fondo que el Valencia debe solucionar para estar en Champions

Jose Hernández | 20 FEB. 2018 | 08:00

El Valencia es tercero en La Liga a la espera de lo que haga el Real Madrid en su partido aplazado ante el Leganés. La victoria en Málaga anestesió las posibles críticas que habría recibido el Valencia en caso de no llevarse los tres puntos, pero también sirvió para esconder los problemas del equipo. No se trata de lanzar el manido debate sobre si es mejor jugar mal y ganar o hacerlo bien y no sumar. La cuestión va más lejos de todo ello, ya que haciendo partidos como los que viene realizando el equipo en 2018 será difícil que al Valencia le alcance para terminar entre los cuatro primeros, esa es la verdadera cuestión de fondo.

Los magníficos resultados de la primera vuelta fueron un espejismo, el Valencia sumó más puntos de los que mereció y todo salió de cara. Al fin y al cabo, aquella buena racha es la que permite que en este momento el equipo siga manteniendo sus objetivos viviendo de rentas, pero queda la parte final de La Liga y el Valencia debe poner freno a sus carencias. Marcelino insiste con su discurso eufórico, felicita a sus futbolistas en público y afirma estar muy orgulloso del nivel y entrega de la plantilla. Pero no hay que ser demasiado avispado para sospechar que el asturiano no debe estar muy contento con lo ocurrido en las últimas semanas, la sangría defensiva y los errores permanentes están costando muy caros aunque en los dos últimos encuentros se consiguiera sacar la cabeza a flote.

El Valencia no es capaz de dominar sus encuentros, no crea acciones de peligro y no mantiene la concentración defensiva durante los 90 minutos. Las lesiones y el apretado calendario del mes de enero sirvieron como excusa en un período de la temporada, pero terminada la copa, a este Valencia se le han terminado los argumentos victimistas y debe dejar de lamentarse. Reconocer los errores y el mal momento del equipo podría ser un primer paso, pero lo que diga Marcelino de puertas para fuera no es lo más importante. Hace falta que el equipo se conjure y sea consciente de que estar en Champions la próxima temporada es una necesidad, la plantilla y el entrenador tienen la obligación de conseguir el objetivo y por ello deben trabajar para corregir lo que no está funcionando bien. De lo contrario, el Valencia pasará muchos problemas de aquí a final de temporada.