En el fútbol y en la vida, lo que vale es creer que todo es posible

El Valencia va a ganar por dos goles de diferencia al Barcelona y se va a clasificar para la final de la Copa del Rey. Esa frase, ese pensamiento, esa forma de afrontar la semana, es la única posible, válida y que puede servir para afrontar el partido del jueves. Si, viene el mejor equipo del mundo, quizá además el que mejor esté en Europa con el City de Guardiola o el PSG de Unai Emery, y curiosamente, los 3 son, de largo, los equipos que más han gastado este año en fichajes. Que el primer cambio del Barça en el partido de ida, Coutinho, costara 40 millones de euros más que todo el presupuesto del Valencia de este año, además de no ser normal, habla bien a las claras de la realidad sobre el duelo que se tiene, de los complejo que es, de lo casi milagroso que puede ser el acceder a la gran final de esta Copa 2018.

Pero esto del fútbol, gracias a Dios, sigue siendo once contra once, y el que más goles marca, gana. Por eso, pasar el jueves es posible, pero creyéndolo, sintiéndolo, estando totalmente convencidos, todos, de que no sólo es posible, sino que es lo que va a ocurrir. Proyectar el resultado que hace falta, el partido que se necesita, la noche que todo el mundo espera. En definitiva, afrontar la semana con el mayor optimismo con pies en el suelo, confiados pero tensos, con una sonrisa en la cara, olvidándonos de árbitros, lesiones de jugadores (aunque duelan), de que ellos hacen lo que quieren y se les consiente. Se juega en Mestalla, en casa, en territorio del murciélago, y ahí, mandamos nosotros.