¡Viva la Copa del Rey!

¡Viva la Copa del Rey! Desde pequeño, desde que tengo uso de razón futbolera y valencianista, este torneo siempre ha sido distinto. Se jugaba, y se juega, entre semana, y eso ya lo hacia completamente diferente. Venías del colegio, merendabas, hacías los deberes y tu padre cogía los pases para ir al Luis Casanova en aquel entonces, hoy y siempre, Mestalla. Los miércoles (día copero hasta que las televisiones nos trajeron los martes y los jueves) el fútbol sabe distinto, no sé si mejor, pero tiene otro aroma, y cuando eres un crío, mucho más. Recuerdo esa sensación como de aventura yendo al campo esos días, a ver a equipos hasta de otras categorías (que a mi generación le costó ver grandes eliminatorias), y desarrollar ese cariño por la Copa.

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Hoy el partido es fuera, que en mis tiempos se escuchaban por la radio, sufriendo como condenados, y eso lo hace aún más particular. Hay que hacer bueno un 2-1 contra un equipo que, en teoría, no es mejor que tu, pero si la Copa es maravillosa, entre otras cosas, es porque eso aquí no tienen ninguna importancia, da igual cómo vayas en la Liga, porque este es otro torneo. Me gusta la Copa del Rey, mucho, “mi” título es la final de Sevilla de 1999, y quiero seguir viendo grandes partidos, de esos que hacían los partidos entre semana especiales. Quiero jugar otra vez semifinales y pasar, y quiero ir a Madrid o donde toque a poner patas arriba la ciudad. Y GANAR, sobre todo, ganar. Porque la Copa es especial, pero cuando te la llevas, mágica.

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