Marcelino, el Valencia y las rotaciones: la gran mentira del fútbol y sus vergüenzas

El entrenador asturiano no se equivoca, el plan sale mal, que es algo muy distinto, pero como sólo miramos el resultado, pasa lo que pasa

Toni Hernández | 21 ENE. 2018 | 10:35

Marcelino se equivoca con el el once del Valencia frente a Las Palmas”. Reflexión más que repetida después de perder, claro, porque con el 0-1 nadie decía esta boca es mía, todos estaban callados viendo cómo el equipo era superior, muy superior a su rival. Incluso con el 1-1, el aluvión de ocasiones sobre la meta canaria era incesante, pareciendo en algunos momentos una especie de broma que se hubiera marcado el segundo. El once era el mismo, las rotaciones, que todos jueguen para que todos tengan ritmo de competición, era el mismo. Porque se tenía que ganar el sábado, se debe ganar el miércoles, y todos vamos a querer hacerlo contra el Madrid la semana que viene. Y queremos hacerlo con los mismos, siempre, yendo al 200%. Claro que sí, y como dice un amigo, “y cupones de la ONCE”.

El entrenador del Valencia NO SE EQUIVOCA, sabe perfectamente lo que hace, y tiene claro el plan, porque él, y sólo él, sabe cómo está su equipo, cada jugador. Y si pone ese once es, primero porque está convencido de que es el mejor para ganar ese partido, y segundo porque su función es mirar más allá de lo que tiene delante, algo que a los demás nos cuesta, pero claro, no es nuestro trabajo, es el suyo. Se puede criticar a Marcelino porque tome una decisión mala a conciencia, algo que dudo que ocurra, pero no por tener un plan que va más allá de un partido, porque eso no tiene sentido. Y si el Valencia no falla hasta que se cansa en la primera parte, o el árbitro pita un penalti clamoroso y se hace gol, ¿también se habría equivocado?. El fútbol es más que el resultado, aunque esto sea lo más aparente.