El Valencia y las rotaciones: después de 20 años, expliquemos para qué sirven

Es un concepto sencillo, que no se quiere entender o que simplemente, y eso es peor, se explica completamente al revés de la realidad

Toni Hernández | 06 ENE. 2018 | 07:01

Las rotaciones en el fútbol no son para que descanse nadie, sino para que todos tengan ritmo de competición. Casi 20 años con esto y aún seguimos discutiendo un concepto tan sencillo. Esto me lo contó, en una entrevista hace sólo 17 años, un tipo al que guardo mucho cariño, como todos, con el que tuve una buena relación de amistad que el tiempo y la distancia apagó, pero al que sigo admirando en la misma medida: Rafa Benítez. Él fue el primero que llegó a Mestalla y habló de eso de las “rotaciones”, que eran buenas si se ganaba, y un ataque de entrenador si se perdía. Argumentos vacíos, absurdos, sin sentido, motivados simplemente por el resultado, que sí, es la parte esencial del fútbol, pero no la única, ni mucho menos.

Marcelino sabe que tiene una plantilla corta, que los mejores, como también hacía Benítez, tienen que llegar al último cuarto de Liga bien físicamente, y para que eso pase, o juegan todos o se acaba la gasolina. Y para que cuando salgan los que menos minutos tienen se note poco, o se note nada, deben tenerlos, ni más ni menos. Es una gigantesca pescadilla que se muerde la cola. El problema es que el entorno, y en esa palabra cabe mucha gente, interpreta esto como bueno o malo en función de lo que refleja el marcador, y esa lectura es vaga. Muy vaga. Javi Garrido, Sissoko, Xisco Muñoz. ¿Les suenan esos nombres a alguien? Permitieron llegar a Curro Torres, Carboni, Albelda, Baraja y Vicente como aviones al mes de abril de 2004. Se ganaba, eran buenas las rotaciones. NO.