Quien ponga en duda que el año del Valencia es bestial, que se lo haga mirar

Después de unos días de ver mucho análisis, y a 48 horas de cerrar un año para estudiar, la conclusión no puede ser otra más que esa

Toni Hernández | 21 DIC. 2017 | 07:10

Quien ponga en duda que el año del Valencia es bestial, que se lo haga mirar, y mucho. Porque este equipo, por el que nadie daba un duro el pasado mes de agosto (nadie, que ahora no venga ninguno a ponerse falsas medallas), va a terminar 2017 en puestos de Champions League, y eso era algo casi orgásmico el pasado verano. Le hemeroteca, que es muy mala para todos, incluido servidor, podría her estragos sobre todas las opiniones y verdades absolutas vertidas sobre el equipo justo antes de empezar a llegar los fichajes, incluso con ellos aquí, porque recordemos ese dogma de “dónde vamos con jugadores cedidos, parecemos un equipo pobre”. Que aquí las clases magistrales de muchos han sido antológicas, no hay que olvidarlo. Por eso vuelvo a insistir en el concepto: quien ponga en duda que el año del Valencia es bestial, que se lo haga mirar.

Pero es que ya no sólo es que el equipo tenga muchos más puntos que el año anterior o que se esté peleando con los más grandes, ricos y poderoso de la Liga, que ya es pensando de dónde se viene, es que la ilusión entre la gente está en un punto que me parece terrorífico cortar algo tan bonito y difícil como eso. El personal se ha llevado unos palos como catedrales estos años, y ha seguido en pie, cerca de su equipo siempre. La asistencia a Mestalla ha aumentado, pero es que ya en verano se detectaban muchos más abonados que el curso pasado. El club ha despertado de una forma absoluta, y lo único que debemos hacer es mantener viva la ilusión con los pies en el suelo.