La dura vida del Valencia sin Carlos Soler

De nuevo se perderá un partido con el equipo, y eso ya se notó la semana pasada en Eibar, porque su figura se sigue agrandando

Toni Hernández | 19 DIC. 2017 | 07:00

El Valencia tiene otra gran baja para el partido contra el Villarreal, Carlos Soler, que por un esguince de tobillo se perderá su segundo partido consecutivo. Eso no es noticia, de hecho lo era ayer, aunque casi estaba claro desde la semana pasada, ya que la idea era aprovechar el parón navideño para poder recuperar mejor al jugador. La vida sin Carlos Soler para el Valencia es mucho más dura que el con el joven canterano en el campo, y ya no es una cuestión de sacar estadísticas y ver cuántos partidos se pierden con él el campo, o cuántos se ganan. El fútbol es el resultado, sin duda, pero a él se llega desde muchas manera, desde muchos caminos, y cuando está Soler, el Valencia tiene más vías para llegar a ese buen resultado que es el fin último.

Lo que hace en el campo, atacando y definido, la implicación que tiene en todas sus acciones, su inteligencia para leer un partido de fútbol (algo que no tienen todos los jugadores, ni mucho menos), son cosas únicas que hacen de Soler el jugador que es, y sin duda, el que tiene toda la pinta de terminar siendo, uno mucho mejor que el actual. En Eibar se le echó de menos, por supuesto, y contra el Villarreal, un equipo contra el que hay que pensar mucho más, la tónica será la misma, incluso llegando al punto de tener que modificar, más que cambiar, la forma de jugar del equipo. Todos los echábamos las manos a la cuando Marcelino lo puso en banda… y ahora cuando no juega por ahí no se entiende este Valencia.