Carlos Soler es un jugador franquicia para el Valencia

El canterano no jugó en Eibar, y muchi más allá del resultado, que es algo puntual, este equipo nota cuando no lo tiene en el verde

Toni Hernández | 17 DIC. 2017 | 07:00

Carlos Soler es un jugador franquicia para el Valencia. Y se nota especialmente cuando no está. Resultado al margen del equipo en Eibar, que siempre ayuda o perjudica pero que no es el caso de este artículo, el peso que tiene el joven futbolista valenciano en este equipo es enorme, y eso que lleva unas semanas en las que no acaba de estar al 100%, incluso jugando con molestias, tal y como contó Marcelino García Toral el pasado viernes al ser preguntado por su ausencia para el choque de Ipurúa. Es una pieza básica, indispensable si se apura el análisis, porque aunque parta en banda, especialmente en ataque, lo cierto es que su despliegue, siempre generoso, se nota en muchas partes del campo.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=Sr_BeyGhgto&t=2s]

Y luego están los intangibles: compromiso, carácter, ambición, sentir esa camiseta de verdad como una segunda piel porque es el equipo de su vida… Algunos argumentos pueden sonar “peliculeros”, pero lo cierto es que cuando un jugador va con todo, si encima es de los más jóvenes, acaba contagiando a todos los demás. Que no esté Carlos Soler es un problema para Marcelino, que se suple como buenamente se puede, y es ahí donde se lo importante que es en este Valencia, y que esos 80 millones de euros que rezan su cláusula no son negociables, no hay margen para ello. Es más, tal cuál va este chico, pueden empezar a ser poca cosa, que en Europa hay mucho más dinero del que se puede llegar a pensar.