El Valencia tiene derecho y obligación de soñar

El Valencia de Marcelino García Toral cree en esta Liga, en poder ganarla, en ser algo mucho más grande que ser un mero animador de la competición. Cuando juega bien arrasa, cuando juega mal, como contra el Espanyol durante muchos minutos, es capaz de aguantar y tener ese punto de suerte que sólo los grandes poseen. 30 de 36 puntos en las 12 primeras jornadas, el mejor arranque de la historia, la racha más grande de victorias consecutivas de todos los tiempos, y el viento más de cara nunca, “obligan” a todos a pensar que el domingo el Barcelona puede caer. Que debe caer, que se puede dormir a 1 punto del líder, y sobre todo, seguir poniendo distancia con el quinto clasificado, que dará licencia para jugar la Champions League.

Pero esta semana todo eso es lo de menos, porque por encima de todo está el llevarse por delante a uno de esos gigantes que parece que todo lo puede, y encima darle un susto a la competición de los que dejan sin habla, de los que duelen a todos aquellos a los que molesta ver al Valencia en lo más alto de la clasificación. Tras dos años en los que hemos sufrido como seguro que no merecemos, toca una semana de disfrutar, de calentar el ambiente para hacer de Mestalla una olla a presión de las de verdad, no de esas que contamos los periodistas. Que no se escuche lo que te dice el del asiento de al lado, que no se puede soportar el ruido, la presión. Porque así se puede ganar… a cualquiera.