Ferran Torres, su "fichaje" por el Barcelona, y la paciencia del Valencia

El jugador volvió a las órdenes de Lubo Penev, no estuvo bien, algo normal, había mucho run run en la grada y lo que toca con él es calma

Toni Hernández | 13 NOV. 2017 | 07:30

Ferran Torres es un nuevo “fichaje” del Valencia, si, desde que ya es miembro de pleno derecho del primer equipo, desde que media Europa quiere sus servicios, y desde que Pep Serer incluso se deja ver por la Ciudad Deportiva de Paterna para seguir sus evoluciones y darle buena cuenta al Barcelona. Y Ferran Torres, además de todas esas cosas y ser uno de los hombres a los que Marcelino García Toral ha dado mimos estos días de semana en los que no había liga, no deja de ser un crío, un chaval adolescente que tiene que asimilar mil cosas a mucha velocidad, mucho mayor que cualquiera de sus amigos, de sus compañeros de colegio o de pandilla del pueblo. Esto es así y repercute en todos los aspectos de la vida, profesional y personal.

Y viene al caso porque a Ferran Torres se le pedía que ganase, él solo, el partido del filial contra el Hércules del pasado sábado. Y aunque lo intentó y no le perdió la cara al partido, no estuvo bien, y se las tuvo que ver nada menos que con Paco Peña, que ya era profesional de esto cuando el joven extremo valencianista ni había nacido. Se le vio ansioso, al menos desde fuera, y la grada le pedía cosas que no debe pedir, aunque el entusiasmo siempre es complicado de controlar. Tengamos calma con Ferran Torres, mucha, que es un chaval muy tierno, que puede ser muy grande, pero que si coreemos con la exigencia, podemos estropear.