El gol que salvó al Valencia en Mendizorroza

En 1933 el Valencia salvó la categoría en la última jornada, el gol de Juan Costa en Mendizorroza fue la primera piedra de los éxitos que llegarían después

Jose Hernández | 27 OCT. 2017 | 21:06

El Valencia visita Mendizorroza, un estadio en el que vivió un capítulo importante de su historia en 1933, el equipo logró salvarse en la última jornada gracias a su empate frente al Alavés. Juan Costa marcó el gol decisivo que permitió al Valencia afianzarse en primera división, categoría que no abandonó en las siguientes cinco décadas. Recordamos aquella cita histórica.

El valencianismo suele recordar el gol de Tendillo en 1983, un tanto que sirvió para ganar al Real Madrid y mantener la categoría de forma milagrosa. Pero cincuenta años antes, el Valencia ya había vivido una situación similar que también se saldó con un resultado positivo. Tras conseguir su primer ascenso a primera división, el conjunto de Mestalla cerró la temporada de su debut con una meritoria séptima posición, lo que le permitió seguir en primera y reforzar la ilusión de sus aficionados. La 1931-32 terminó con un desplazamiento intrascendente a Guecho que pudo finalizar en tragedia. Uno de los vehículos en los que viajaban los futbolistas sufrió un grave accidente cerca de Teruel, aunque por fortuna no hubo que lamentar pérdidas humanas. Entre los heridos figuraban los jugadores Costa y Amorós o el entrenador Randolph Galloway.


Izquierda/ Madrid-Valencia (25-12-1932) Derecha/Juan Costa

Precisamente Juan Costa se convertiría un año después en el gran salvador del Valencia FC, suyo fue el gol de Mendizorroza que dio la llave al equipo para mantenerse en primera. Costa había llegado al Valencia procedente del Palafrugell en 1929, por lo que vivió la época de expansión del club y por supuesto fue uno de los artífices del ascenso, en pocos años se convirtió en un hombre de club muy querido por los aficionados. Marcó el primer gol del Valencia en la máxima categoría, pero en 1932-33 sufrió en carne propia las penurias del equipo. Tras aquel debut ilusionante el Valencia se hundió en la siguiente campaña. A pesar de contar con jugadores interesantes como Pasarín, Vilanova o el canario Navarro Mazzotti, el Valencia encadenó cinco jornadas consecutivas sin ganar que le condenaron a jugarse la permanencia en el último partido.

El Valencia acababa de ser humillado en San Mamés por un rotundo 8-2, y la última jornada no podía presentarse con un cartel más dramático. El Alavés cerraba la clasificación con 11 puntos, mientras que Valencia y Arenas sumaban 12; uno de los tres perdería la categoría. La verdadera final se jugaría en Mendizorroza entre el Alavés y el Valencia, ya que nadie dudaba de que el Arenas de Guecho conseguiría vencer en su estadio a sus vecinos del Donostia (el equipo guipuzcoano viajó con muchos jugadores no habituales y perdió 6-0). Si el Valencia no era capaz de empatar en Vitoria perdería la categoría que tanto costó conquistar. Algunos valientes acompañaron al equipo y muchos siguieron las noticias que llegaban a Mestalla vía telefónica. La situación era dramática.


Alavés-Valencia (Mendizorroza 26-3-1933)

El Alavés partía como favorito por su condición de local y el Valencia formó con Nebot, Pasarín, Melenchón, Conde, Molina, Abdón, Juan Costa, Sánchez Pla, Vilanova, Navarro y Torredeflot. Los vitorianos comenzaron con mucha fuerza e incluso reclamaron un gol salvado en la línea por los defensores blancos, el colegiado Escartín no dio validez al tanto. El Valencia estaba decidido a salir vivo de Mendizorroza y se empleó con mucha bravura en la contención. Muy pronto, y en una de las primeras salidas a la contra, Juan Costa inauguró el marcador con un potente disparo. Un gol salvador, histórico y muchas veces olvidado. El Alavés consiguió empatar de penalti y a partir de ese momento llegó la heroica. Navarro jugó gran parte del encuentro lesionado mientras los locales intentaban quemar las naves sin suerte. Los futbolistas del Valencia se dejaron todo en el campo y fueron conscientes de la gran trascendencia del momento, el marcador no se movió y el empate permitió al club mantenerse en primera división, una categoría que no abandonaría en los siguientes 53 años.

Finalizado el encuentro Luis Colina telefoneó en conferencia para ofrecer la buena noticia a Mestalla, el susto había pasado y así lo reconocieron también todas las crónicas que hablaban del partido días después. Fue un momento de despegue para el Valencia, ya que esa misma campaña el equipo alcanzó las semifinales de copa y solo un año más tarde se plantaba en su primera final del torneo dejando fuera al potente Oviedo. Mendizorroza tiene un lugar destacado en la historia del Valencia, allí el gerundense Juan Costa marcó el gol de la salvación.