Anil Murthy y sus 100 primeros días como presidente del Valencia: el "padre" de la dupla Marcelino-Alemany

El presidente ha repasado esta efeméride en una entrevista concedida a la Agencia EFE, en la que ha tocado muchos de los temas candentes del club

Toni Hernández | 07 OCT. 2017 | 14:56

Anil Murthy ha cumplido 100 días como presidente del Valencia, y quizá lo más positivo de su gestión, dándolo como suyo, es el "triángulo conformado por la propiedad del club, el director general, Mateu Alemany, y el entrenador, Marcelino García Toral, que es la clave del inicio del equipo en la Liga, basado en el buen trabajo desarrollado en el mercado de fichajes de este verano". La "fumada" absolutamente injusta de José Ramón Alesanco en la frase, algo que a Alemany y el técnico asturiano no les gusta porque fueron muchas horas codo a codo, es la forma de enterrar de manera definitiva al ex director deportivo. "Hay veces que no se cambia por orgullo, pero nosotros estamos en una situación de cambio total y eso es algo que refleja el sentir de la propiedad del club", en referencia directa a la profunda revolución que Peter Lim ha hecho en el Valencia.

Y es que todo estaba pensado desde hacía muchos meses: "los cambios estaban planificados y aunque es difícil acertar en el mercado, la relación entre los cuatro -Peter Lim, Mateo Alemany, Marcelino García Toral y él mismo- ha permitido completar un trabajo fenomenal gracias a la implicación de los jugadores". "Futbolistas como Dani Parejo y algunos otros han sufrido mucho durante dos años, pero ahora viven una situación diferente con un entrenador que apoya a los futbolista y ve como éstos le responden", en referencia al trabajo hecho con los que han quedado de temporadas pasadas. "Ha habido un cambio total, los jugadores lo han aceptado perfectamente y el cambio físico y el rendimiento se han notado. El míster manda y el jugador acepta porque hay sintonía en el vestuario".

Marcelino es el gran fichaje para el presidente: "mientras yo descansaba, Marcelino se pasó las catorce horas del vuelo viendo vídeos y haciendo listas de jugadores. Luego he comprobado cómo antes de aceptar a un jugador, vuelve a ver vídeos, habla con gente que le conoce y, solo a continuación de todo eso, el futbolista entra en el vestuario del Valencia", y también añadía algo importante, "hablamos de personas, no solo de futbolistas con capacidades en el juego y eso es algo que depende de los profesionales. El club tiene que contratar a esos buenos profesionales y luego son ellos los que deben hacer su trabajo".

Sobre el estadio, el presidente ha dicho que "no quiero ni el campo más grande, ni el más bonito de Europa. Eso solo sirve para dos días. Quiero un campo pensado para el aficionado, para su familia, para poder llegar dos horas antes del partido". "El proyecto no es económico. Nadie nos va a dar diez millones de euros por el nombre. Tampoco vamos a subir los precios de los abonos o las entradas para ello. Es cierto que hay gente que no quiere cambiar porque Mestalla funciona bien y cuando está lleno es un estadio difícil para el rival, pero hay obligaciones". Por último, y respecto a la capacidad futura del estadio, "un campo para 70.000 aficionados con pista de atletismo y con el público lejos, ni es bueno para el fútbol, ni funcionaría".