Zaza, al Valencia se viene llorado de casa

El italiano protagonizó un episodio en el Ciutat de Valencia que ha visto la luz, y su novia ha ayudado a que al final se monte un revuelo absurdo

Toni Hernández | 18 SEPT. 2017 | 00:01

Simone Zaza ya sabe que con Marcelino García Toral no valen niñadas, tonterías, ni faltas de respeto a los compañeros o aficionados. Su suplencia en el derbi, que tácticamente quedó puesta en valor por el equipo en el campo, y después por el técnico asturiano en rueda de prensa, generó en un enfado más propio de mi hija de 3 años que de un tipo profesional que ha costado 16 millones de euros y que cobra un buen dinero. Que se cabree por no jugar es lo correcto, que monte numeritos no, y que el entrenador le tenga que regañar como si esto fuera un parvulario menos, aunque lo peor es que haya trascendido, aunque en eso podríamos entrar en otro debate. Aunque personalmente pienso que es bueno, porque ya se han aguantado demasiadas cosas estos dos años pasados.

Todos conocen en el club el carácter de Zaza, que no es nuevo en la casa, pero el que algunos están empezando a conocer es el de Marcelino, que resulta ser el que manda dentro. Al incidente, que igual no llega ni a eso, no hay que darle más importancia, ni llevarlo más allá, pero querido Simone, y te lo dice un enamorado de tu forma de jugar hasta con las cosas que no me gustan, al Valencia se viene llorado de casa, porque aquí nadie regala titularidades, y si quieres jugar siempre, hay que matarse. Y si el entrenador decide que no juegas, matarte en el banquillo por tus compañeros. Pienso, querido Simone, si todos en un vestuario aturaran igual.