Peter Lim en Mestalla el día de la presentación (así debería ser)

Peter Lim en Mestalla el día de la presentación del Valencia de Marcelino. Como concepto me parece básico, como golpe de efecto magistral. Como posible me parece... imposible. Y es una batalla de la que parece que se desiste, y eso no me gusta, porque implica cierto grado de relajación en algunos aspectos que son más formales que prácticos, pero conviene cuidar siempre y nunca olvidar. Desde esta tribuna digital se ha pedido en infinidad de ocasiones al dueño que venga a Valencia, que explique lo que quiere hacer y cómo, que aquí se llevará una bronca de salida, merecida, pero que luego el personal es mucho más inteligente que cuatro que pitan a todo lo que se mueve. El valencianista es del Valencia, quiere lo mejor para su club y para su equipo, y eso nunca se puede juzgar como algo negativo. Nunca.

Si yo fuera Peter Lim me plantaba en Mestalla sin avisar, y en un día como hoy, me "quedo" con todo el personal sin bajar del avión. Es una de esas ocasiones que las pintan calvas, pero que el propietario del club dejará escapar. Sería sano para todos poderle pegar una pitada bestial por estos dos años, a la vez que reconfortante escuchar de su boca que sigue pensando en hacer un gran Valencia. Las dos cosas son compatibles, se pueden dar, es más, se deben dar. Hoy Peter Lim no estará en el estadio, pero espero que haya 50.000 tipos que sientan su club y exijan y aprieten en la misma medida que dan todo su apoyo sin condiciones.