Marcelino García Toral, de odiado por no venir a amado sin ganar un partido oficial

Es curioso lo que puede cambiar el fútbol en apenas unas semanas, y todo ello sin haber disputado un sólo encuentro "serio"

Toni Hernández | 18 JUL. 2017 | 08:00

Marcelino García Toral, o cómo pasar de ser un tipo odiado por la grada de Mestalla, dejó tirado al club en 2008 y las ha tenido tiesas con el entorno (recordemos la polémica sobre el estado del césped), a alguien casi venerado, respetado y con cierto predicamento, y todo ello sin haber ganado un solo partido oficial. Esta sorprendente cambio denota muchas cosas, entre ellas ese déficit de cariño que tiene el aficionado valencinista, que lleva viendo varios años cómo desfilan entrenadores o pseudo entrenadores por el banquillo de su equipo. Marcelino es lo que es, en todos los aspectos, y yo mismo no m voy a tapar, porque no veía claro que viniera alguien que dijo NO cuando se le necesitaba y se había pactado todo, pero no hay duda que es lo más parecido a un técnico de máximo nivel que ha pasado por aquí en demasiado tiempo.

¿Y cuando gane un partido de “verdad”? Pues que será lo mismo, pero más fuerte, aunque para lo que realmente hay que estar listo es para si no pasa, para cuando se pierda, porque eso ocurrirá, que esto es fútbol y ahora mismo el Valencia no es el mejor equipo del mundo. E igual que ahora todo el entorno y los medios se deshacen en elogios hacia Marcelino, cuando vengan mal dadas, espero el mismo apoyo y comprensión, que todo el mundo demuestre que ha entendido que esto es un proyecto a medio plazo y no que concluye pasado mañana. Espero que en ese momento no ocurra que el entrenador asturiano no vuelva a ser el demonio, porque entonces será un pecado imperdonable.