Jesús Barrachina, valenciano, valencianista, fallero y amigo, descansa en paz

Ha fallecido uno de los personaje clave de la historia reciente del valencianismo, un tipo diferente, genuino, y al que vamos a echar todos mucho de menos

Toni Hernández | 12 MAY. 2017 | 11:09

Don Jesús Barrachina Luna es una de las personas que más ha marcado a toda una generación de informadores sobre el Valencia entre los que me incluyo, porque su carácter, su cercanía, su hacer que todo el mundo estuviera a gusto, feliz sonriente, hasta en los malos momentos. Lo he considerado un amigo, a él y a su hijo Jesús (Jesusito, con cariño, para todos), y cuando he sabido de su muerte esta mañana me he quedado frío, parado, porque es de ese tipo de personas que siempre van a perdurar, porque su carisma siempre estará por encima de su persona. Valencianista, valenciano y fallero, con esas charlas interminables sobre los premios de sección especial, con sus enfados cuando Convento no ganaba, con sus alegrías cuando lo hacía. Ahora podrá volver a tener esas tertulias con su equipo Paco Segura allí donde estén los dos.


Hablar de alguien como Jesús es difícil, porque es alguien que forma parte de mi vida. De bien pequeño iba con mi padre a la Plaza del Ayuntamiento para comer un bocadillo en su local, hace años desaparecido. El Alameda Palace es un símbolo de muchas cosas en las vidas de muchos de nosotros, y allí estaba siempre él para atender al personal. Y sus detalles, esos pequeños detalles. Como aquella noche de junio de 1999 en Sevilla, a las 3 de la mañana y la prensa esperando en el hotel del Valencia campeón de Copa sin cenar. Y salió don Jesús con bandejas de sandwiches y refrescos para todos. Una persona distinta, un personaje excepcional. Descansa en paz Jesús.