El adiós de Voro, Boro para otros tiempos en el Valencia

Confirmado que no sigue al frente del banquillo del equipo, un aplauso unánime y sincero, cargado gratitud, es lo que procede hasta el final

Toni Hernández | 07 MAY. 2017 | 00:02

El adiós de Salvador González Marco, Voro, al Valencia, al menos en el banquillo del equipo, cubriendo su enésima etapa al mando, la más larga esta vez de cuantas le ha tocado desde que en 2008 se estrenara. El adiós del que para una generación, la mía, era Boro, pero que luego pasó a ser Voro, como Roberto pasó a ser Robert de la noche a la mañana (no entro en temas lingüísticos, sólo nostálgicos). No está nada claro que vuelva a ser el delegado del equipo, de hecho no debería ser su sitio, porque esta vez no han sido unos partidos, han sido varios meses, y no especialmente fáciles para nadie. Lo apropiado sería encontrar para él otro sitio, otro puesto, en el que no fuera un florero, sino útil, la gran aspiración de muchísimos ex jugadores cuando salen de su día a día de años.


Ahora lo que procede es que Mestalla le da las gracias, que nos olvidemos de muchas semanas de tensiones en las que él mismo ha sido utilizado como arma arrojadiza entre bandos, como si fuera el hijo de un matrimonio mal avenido. Voro ha sido el entrenador del año que viene varias veces, y hasta e director deportivo del equipo, cuando él mismo decía hace unos meses que no seguía la Liga de forma especial ni controlaba tampoco a todos los jugadores en España. No tenía sentido, y su imagen se ha podido ver dañada, algo que finalmente no ha sucedido, porque hubiera sido terriblemente injusto. Lo que debemos hacer todos es ponernos en pie, aplaudirle, darle las gracias por todo, y especialmente, pedir que no se le tenga que llamar de nuevo.