¿Por qué Gracia puede ser un candidato al banquillo del Valencia?

El navarro sabe lo que es trabajar con las exigencias de un magnate y enfrentarse a las ventas de algunas de sus estrellas. Actualmente entrena al Rubin Kazan

Samuel Subiela | 04 MAY. 2017 | 02:16

El Valencia continúa buscando al que será el nuevo entrenador del proyecto de Peter Lim, un entrenador que parece estar muy cerca de conocerse ya que la plana mayor de la entidad de Mestalla: Anil Murthy, Mateu Alemany y José Ramón Alesanco, se ha marchado a Singapur para presentarle los candidatos al banquillo a Peter Lim y poder tomar una decisión definitiva. Quique Setién y Marcelino García Toral, por ese orden, parecen los grandes favoritos pero la lista de futuribles es más larga, y uno de los técnicos que ha sonado en las últimas horas es Javi Gracia, actual entrenador del Rubin Kazan ruso.

El entrenador navarro, con experiencia en la liga tras pasar por Osasuna y por Málaga, se marchó a Rusia tras recibir una suculenta oferta del equipo de Kazan. Su estilo de juego se asemeja quizás un tanto más al de Quique Setién que al de Marcelino, comparándolo con los entrenadores que más suenan. Su equipo presiona muy arriba ahogando a las defensas, aunque también sabe acoplarse a las diferentes plantillas que ha tenido. Con el equipo boquerón llegaron sus mejores resultados recuperando un equipo que tuvo que vivir una transición tras años dorados. Precisamente, esa es una de sus mejores bazas para entrenar al Valencia. Gracia ha tenido que lidiar con los deseos y las intervenciones de un jeque como Al-Thani, haciendo un gran trabajo. Dicha época del Málaga fue también la de algunas ventas importantes, algo con lo que también supo trabajar, dando más importancia a la cantera y sacando jugadores como Samu Castillejo o Samu García.

Es la etapa en el Málaga la que le da razones de peso para poder trabajar en el Valencia, puesto que las condiciones en las que podría trabajar en el club ché sería realmente parecidas a las que vivió en el club boquerón, con eso sí, un cambio radical de objetivos, dando un salto considerable en su carrera.