Pese a quien le pese, el fichaje de Mateo Alemany por el Valencia significa que Meriton no se rinde

La frase no es mía, pero la suscribo, y es que si el dueño del club hubiera tirado la toalla o le diera igual, no habría hecho ningún cambio 

Toni Hernández | 27 MAR. 2017 | 13:14

El fichaje oficial de Mateo Alemany como director general del Valencia, más allás del propio hecho en sí, también encierra un significado al que pocos (se supone) le darán todo el valor que tiene, y es que el dueño del club, Peter Lim, con este movimiento vuelve a demostrar que esto le importa, que no es ajeno a todos los errores cometidos, que escucha más de lo que puede parecer (aunque obviamente lo hace a quien quiere y no a quien le pretenden imponer) y que ha tomado nota de cara al futuro a corto plazo sobre cómo hacerlas cosas de otro modo. ¿Que no va a convencer a todo el mundo? Quizá no lo haga con nadie, es otra opción, porque en Valencia ya estamos en la fase del "no porque no o porque lo dice Peter Lim", pero fuera de temas "personales", el mensaje es claro aunque no se quiera reconocer.

Nadie se toma tantas molestias en una empresa que le da igual o que "pasa de ella", como se ha llega a afirmar con rotundidad en estos meses sobre el Valencia y su propietario. Que ahora Mateo Alemany sea el nuevo jefe implica muchas cosas y muchos cambios, que iremos viendo con el paso de las semanas, pero que desde luego hablan a las claras de un giro importante en el Valencia de Meriton, una revolución que iba a llegar y en la que pocos (o ninguno) creía, pero que ya está aquí, se quiera o no se quiera.