1997, el año de los grandes rumores de fichajes en el Valencia CF

Hace justo dos décadas algunos de los mejores jugadores del mundo fueron relacionados con el Valencia. Fue un mercado de fichajes muy intenso

Jose Hernández | 25 MAR. 2017 | 18:59

Como cada año por estas fechas ya ha comenzado la lluvia de rumores sobre posibles fichajes de cara a la siguiente temporada, el Valencia necesita una revolución en su plantilla y la lista de nombres irá ampliándose en los próximos meses. El mercado de fichajes es un auténtico goteo de filtraciones y la proliferación de medios de comunicación ha provocado que los aficionados reciban abundante información cada día. Hace justo dos décadas, en la época en la que Internet no se había convertido en el eje de nuestras vidas, el valencianismo también vivió meses cargados de especulaciones. 1997 fue el año de los grandes rumores en el Valencia CF.


Raúl Gonzáez, Roberto Baggio, Alesandro Del Piero, Djalminha, Celades, Marcelo Salas, Manjarín, Jordi Lardín, Ibrahim Bah, Overmars, Litmanen o Edmundo, fueron vinculados con el Valencia en 1997. La prensa de la época publicó sus nombres durante aquellos meses de rumores incesantes relacionados con el conjunto de Mestalla, y en algunos casos incluso dio por cerradas sus contrataciones. Fue un año muy curioso en este aspecto, el culmen del "roigismo". No solo se habló de un gran número de futbolistas, sino que muchas de las operaciones que se citaron relacionaban a algunos de los mejores jugadores del momento con el club blanquinegro. Buscando precedentes en la historia de un fenómeno similar, tan solo sería equiparable a la época en la que Ramos Costa presidió el Valencia. A finales de los setenta y principios de los ochenta la entidad contrató a estrellas como Bonhof, Arnesen o Solsona (tras una dura pugna con el Barça), pero también pujó con fuerza por otros jugadores de relumbrón como Platini o Hans Krankl.

Francisco Roig basó su estrategia presidencial en imprimir grandes dosis de populismo y sobre todo en ilusionar a los aficionados con un proyecto lo suficientemente atractivo como para plantar cara a Real Madrid y Barcelona. Sin embargo, en 1997 el Valencia navegaba sin pena ni gloria por la mitad de la tabla, el equipo había fracasado y era el momento de volver a llenar horas de tertulias y páginas de periódico con posibles fichajes. Lo cierto es que ese verano se realizaron muchas contrataciones y el propio Roig bautizó al Valencia de Valdano como el equipo de las estrellas. Romario regresó a un club que había contratado a Ariel Ortega unos meses antes por una cifra astronómica. El Valencia le birló al Barça a Gerard (una de las joyas de su cantera) con un cambio de residencia y también se incorporaron otros jugadores como Angloma, Djukic, Luis Milla, Saib, Carboni o Chemo del Solar. Incluso llegó el balón de oro del último mundial juvenil, Nico Olivera. Al uruguayo no se le pudo dar una ficha en el equipo porque el cupo de extranjeros estaba cubierto.

Ofensiva por Raúl y Guti

Pero si tenemos en cuenta la cantidad y calidad de los futbolistas de los que se llegó a hablar, la nómina incluso se queda corta. El año empezó a lo grande, ya que Guti y Celades se dejaron querer por el Valencia al tener pocos minutos en sus equipos. El efecto Valdano influyó de forma notable en este aspecto ya que el argentino tenía la costumbre de apostar por jóvenes. Aunque la gran bomba estalló en el mes de febrero, cuando el diario MARCA anunciaba en exclusiva que el Valencia quería fichar a Raúl González. La operación pasaba por hacer efectiva la cláusula de rescisión y ofrecer al jugador un contrato de seis temporadas a razón de 500 millones de pesetas por cada una de ellas.


Poco duraron las especulaciones aunque Raúl llegó a reconocer a sus más allegados que la oferta existía. El madridismo sabía que Roig soñaba con realizar una operación que pudiera servir de venganza por el "caso Mijatovic". Lo cierto es que aquel rumor sonaba a fantasía del presidente, pero contando en su banquillo con el mentor de Raúl, todo era posible. El Valencia perdió pronto sus opciones europeas y se centró en fabricar un equipo que volviera a ilusionar a Mestalla, en los meses de marzo y abril el festival de nombres alcanzó cotas máximas. Se buscaba un portero de garantías que pudiera suplir al veterano Zubizarreta, y para el puesto sonaron jugadores como Bernard Lama, Jens Lehmann e incluso Santiago Cañizares (el guardameta del Real Madrid llegaría un año después). El Valencia también intentó convencer a Molina para que regresara a la entidad de Mestalla.


Pero los nombres que ilusionaron de verdad se concentraban en las posiciones de ataque. Durante algunas semanas se habló de Roberto Baggio, "Il Codino" pasaba un mal momento en el Milan y terminaría en el Bolonia, club en el que renació. Para la media punta también se dio por hecho el fichaje de Juninho, el brasileño del Middlesbrough declaró en abril de 1997 que su deseo era jugar en el Valencia, pero finalmente el Atlético de Madrid se interpuso en las negociaciones y consiguió llevarse al mediapunta. Aunque si hubo un fichaje polémico que nunca llegaría a producirse ese fue el de Jordi Lardín, una de las grandes joyas de la liga y la estrella del Espanyol. Durante algunos meses la afición valencianista creyó que jugaría en Mestalla en 1997-98, de hecho toda la prensa era unánime ya que el jugador tenía apalabrada su llegada e incluso se firmó un precontrato. El diario MARCA publicó que Lardín había recibido 100 millones de pesetas por adelantado y el Valencia pagaría 2.500 al Espanyol. El extremo debía ser una de las estrellas del proyecto de Roig, aunque antes del verano una rocambolesca operación entre los Gil y la directiva del RCD Espanyol provocó que Lardín también terminara en el Manzanares.

Jorge Mendes aparece en escena

Pero no crean que el baile de nombres terminó aquí, ya que la rumorología llegó hasta límites insospechados durante aquellos meses. El Valencia pujó junto al Deportivo por Djalminha, no obstante el brasileño que más cerca estuvo de llegar no fue otro que "El animal" Edmundo. La prensa se desgañitaba fabricando "posibles onces" del nuevo Valencia, y en ellos siempre figuraba una delantera formada por Romario y Edmundo. No sonaba nada mal, pero el segundo de ellos terminó fichando por la Fiorentina. De Francia llegaban rumores que situaban al exótico Ibrahim Bah en la órbita del Valencia, y también en la Bundesliga se hablaba del poder que iba a tener el Valencia en el mercado: Paco Roig lanzó sin éxito una ofensiva por Dariusz Wosz y también se vinculó al lateral internacional Jörg Heinrich.

Pedro Cortés, Jorge Valdano y Francisco Roig (Foto/ Las Provincias)

La cuestión de los laterales zurdos dio mucho juego durante aquellos meses ya que Valdano consideraba primordial reforzar esta posición. Si bien el escocés David Robertson no ilusionaba demasiado a la afición, sonaban mejor los nombres de Dimas (representado por un joven Jorge Mendes) o Giuseppe Favalli. Ninguno de los dos aceptó venir y casi al final del mercado y a precio de saldo se contrató al veterano Amedeo Carboni como último recurso (el Valencia también firmó a Juanfran procedente del Levante). El italiano se convertiría en uno de los fichajes más rentables de la historia del club. El valencianismo estaba seguro de que el presidente terminaría contratando más estrellas, y en el mes de mayo de 1997 Francisco Roig pensó en la posibilidad de firmar a Alessandro Del Piero coincidiendo con la final de la Champions League que la Juventus perdió en Munich frente al Borussia Dortmund. Otra auténtica bomba.

Aquel goteo de posibles fichajes y filtraciones ayudó a que la hinchada valencianista estuviera muy entretenida en aquellos meses. Muchas estrellas en los rumores pero también jugadores de otro tipo de perfiles llegaron a aparecer en algún momento en la prensa. Desde américa se apuntó el interés en los jóvenes Marcelo Salas y Pablo García, pero más fuerza cobró la posible llegada del extravagante "Mono" Montoya. Futbolistas tan dispares como Manjarín, N´Gotty, Nando, Tomasson, Iván Helguera, Padovano, Savio, Serginho, Cuellar, Solozábal e incluso....Daniel Fonseca, ocuparon espacio en los titulares. El gran verdugo del Valencia en la Copa de la UEFA 1992-93 ya pudo fichar en 1990 y de nuevo fue ofrecido en 1997. Por último hay que citar un nombre y una negociación, la de Costinha. Tal y como se relata en el libro "La clave Mendes", el superagente portugués consiguió que su compatriota realizara una prueba con el Valencia (detalle que también se refleja en la prensa). Costinha convenció y Paco Roig llegó a un acuerdo con el representante, pero Valdano no quería al jugador en el primer equipo y entendía que era mejor una cesión. Jorge Mendes rompió las negociaciones y finalmente el luso firmó por el Monaco.