Las razones por las que Lim ha elegido a Alesanco como director deportivo del Valencia

La elección del vasco ha sorprendido a un gran sector del valencianismo, aunque siempre fue una opción para seguir en el cargo

Toni Hernández | 28 FEB. 2017 | 00:03

José Ramón Alesanco es el nuevo director deportivo del Valencia, decisión tomada por Peter Lim y Layhoon Chan, que ha sido hecha pública por parte del club. En la opinión pública valencianista, en su entorno, la decisión no ha caído bien porque había en las quinielas muchos candidatos "de la casa", que además, en muchos casos, se habían dedicado a hacer un casting público ayudados por los medios amigos. Pero lo cierto es que el elegido es él, y que Meriton tiene sus motivos y argumentos para que sea él quien dirija la dirección deportiva, con Vicente Rodríguez como secretario técnico, y con un amplio equipo de ojeadores, entre los que puede estar Juan Sánchez. Estas son las son razones para elegir a Alesanco:

- Conoce cómo funciona el club: lleva año y medio en el Valencia, conoce a la propiedad y a los profesionales que trabajan allí. Sabe necesidades y posibilidades personales y reales para armar una dirección deportiva fuerte.

- Es de la confianza de Peter Lim, un tema básico, porque recordemos, este club tiene un dueño, que manda. El propietario confía en él y su trabajo, y no en vano lleva desarrollando un proceso en la escuela desde hace varios meses.

- Se respeta el tándem Alesanco-Vicente, que lleva funcionando cierto tiempo, y que no estuvo nada mal en enero, rematando Zaza y estando atentos a la opción de Orellana. Además, poseen mucha información sobre una importante cantidad de jugadores de España y Europa.

- Es un hombre de fútbol, conocido y reconocido, que sí, es un símbolo del Barcelona, pero que ahora trabaja para el Valencia. Alfredo Di Stefano fue entrenador del club hasta en 3 etapas, y quizá sea el mayor icono del madridismo.

- Buena relación con importantes agentes de todo el mundo, incluyendo por supuesto a Jorge Mendes, que sigue sin ser malo ni pecado.