Layhoon llega a Valencia en San Valentín y se percibe muy poco amor

Será antes de lo previsto, su llegada ha generado expectación por doquier, y sobre todo, muchos nervios entre los que no tienen nada claro, o sea, casi todos

Toni Hernández | 13 FEB. 2017 | 00:03

La revolución que Peter Lim tiene lista para el Valencia está embarcando en un avión desde Singapur rumbo al aeropuerto de Manises, y va en el maletín de la presidenta del club, Layhoon Chan, que ha estado varios días con el dueño de la entidad perfilando lo que debe ser el nuevo club, el futuro de la entidad, en definitiva, todos los cambios que hacen falta para que todo vaya como toca en el verde, donde realmente es importante, y fuera, cuyo buen trabajo siempre redundará en lo primero. ¿Quién sabe lo que va a pasar? Nadie en absoluto, y eso confieso que como periodista me molesta, porque a uno estas cosas siempre le gustan, pero por otro me produce una extraña sensación de felicidad maligna, porque hay muchos sufriendo pensando en si los amiguetes volverán a mandar o no, y la duda corroe.

Llevo semanas dando la murga con el tema de la revolución, que alguno me lo recuerda todos los días, pero no más del tiempo que está claro que eso va a pasar, que se quiere ya y que la salida de Jesús García Pitarch, que se supone que fue una dimisión pero tenía mucho más de cese encubierto que de otra cosa, fue el pistoletazo de salida. Peter Lim no vende el Valencia, ahora no, y siendo consecuente con este principio, quiere darle una vuelta a todo de 180 grados, porque así debe ser para salir adelante. Calma que faltan 3 días para que llegue la presidenta, y la espera se va a hacer entretenida, eso seguro.