Pablo Aimar: el peor de los mejores fichajes de la historia del Valencia

Pablo Aimar podía haber sido uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia, porque lo tenía todo: formado en River Plate, debutando muy joven en el primer equipo, internacional absoluto por Argentina siendo casi un niño, llegada a Europa a una edad perfecta a un equipo que en ese momento era uno de los 10 mejores del continente, siempre con los entrenadores de cara, con el entorno más a favor aún... pero siempre le pasaba algo, siempre tenía una pega, siempre se lesionaba cuando no tocaba, nunca aparecía cuando debía. Sus defensores me querrán quemar en la hoguera por esto, pero lo cierto es que su peso real en el Valencia de los títulos fue muy inferior a la que su calidad apuntaba, y hay un dato terrorífico muchas veces olvidado: cuando el equipo se lanza a por el doblete, Aimar es suplente.

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Desde la jornada 29 hasta el final, Aimar no juega un partido de titular en la Liga, y el equipo se convierte en una apisonadora que se lleva por delante todo lo que encuentra y gana el campeonato de una forma espectacular. Son datos, simplemente, duros, no cabe duda, pero sólo datos. Pero cuando echas la vusta atrás en el tiempo y evocas grandes momentos de aquel Valencia, recuerdas partidos que gana Cañizares, que gana Ayala, Albelda, Baraja, Vicente o Mista, pero partidos que gane Aimar... de eso no hay muchos. Pudo ser y no fue, pero se idealizó su figura muy por encima de su rendimiento real en el Valencia. Cuando se marchó de Mestalla, apenas con 27 años, su carrera se fue al traste y jamás estuvo a buen nivel hasta su retirada. Que nadir se enfade, o sí, pero Aimar fue el peor de los mejores fichajes de la historia el Valencia.