La noche más triste para el valencianismo

El Celta de Vigo se paseó en Mestalla ante un equipo impotente e incapaz de competir, el Valencia vivió una de sus noches más negras de los últimos años y Meriton se llevó las críticas de unos aficionados desesperados por su gestión deportiva.

El año no pudo comenzar de peor manera, en pocos minutos el Celta de Vigo sentenció la eliminatoria ante la incredulidad de un público que acudió en masa al estadio. Existía ilusión en la copa y la decepción fue enorme ya que el conjunto gallego pudo hacer todavía más daño al equipo valencianista. Hasta ayer la grada no se había pronunciado unánimemente contra Peter Lim y Meriton, pero la jornada de ayer puede representar un punto de inflexión si no se produce un giro de 180 grados. La situación actual es muy preocupante ya que el Valencia sufrirá mucho para mantener la categoría, pero el gran problema es que los aficionados ya no se creen el mensaje de la propiedad.

El Valencia sigue teniendo una estructura alejada de lo que demanda un club de fútbol de primer nivel, y obviamente los jugadores tampoco confían en el trabajo de sus superiores. Los futbolistas no deben quedar al margen del desastre y no tienen excusas, pero el cúmulo de despropósitos y decisiones erróneas cometidas por la dirección en el último año han llevado al Valencia al caos. Es hora de pensar en soluciones deportivas y fichajes a corto plazo, pero el debate sobre el futuro del club ya está en la calle y los ánimos muy exaltados.