El verdadero valor de la afición de Mestalla

La afición del Valencia está viviendo un año para olvidar, el equipo no responde en el terreno de juego y las perspectivas son muy preocupantes. Sin embargo, Mestalla sigue presentando entradas espectaculares a pesar de la mala clasificación, los horarios incómodos o el poco cartel de los rivales. El público sigue demostrando domingo a domingo su gran fidelidad.

La afición del Valencia ha sido una de las más castigadas por los seguidores de fútbol en este país. Existe una corriente de opinión que sitúa a los aficionados del club blanquinegro como exigentes, duros y por supuesto como grandes culpables de la delicada situación que vive la entidad. Nadie va a discutir que el aficionado valencianista exige siempre que el equipo de la cara, se enfada cuando los resultados son malos y censura a aquellos que no hacen bien su trabajo. Es algo que ocurre en todos los campos pero que es examinado con lupa cuando sucede en Mestalla. Sin embargo, pocos reparan en la fidelidad de los aficionados del Valencia, aquellos que acudieron en masa al llamamiento del club cuando el equipo les necesitó la pasada campaña y que siguen mostrando su apoyo incondicional en 2016-17.

El Valencia jugó en horarios tan atípicos como las 16h15 o las 12h00, a veces incluso con riesgo para la salud de jugadores y seguidores por las altas temperaturas. Mestalla siempre ha presentado entradas decentes a pesar de que el rendimiento del equipo está siendo bochornoso, pero todavía siguen apareciendo en la prensa o las redes sociales demasiados desinformados que firman opiniones como: "La afición del Valencia es la peor del mundo, son los grandes culpables de la situación en la que está el club" o similares. El valencianismo asume las críticas actuando como mejor sabe, es decir, acudiendo al campo y demostrando fidelidad a su equipo.

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Con un futuro incierto y después de que el club haya realizado una planificación deportiva desastrosa, al aficionado valencianista solo le queda animar y soñar con no sufrir para mantener la categoría. Mientras tanto tendrá que encajar los mismos juicios y soportar que pocos den valor a su espíritu de eterna fidelidad. El club ya ha conseguido "bunkerizar" Paterna y ha dado a entender que la prensa tiene parte de culpa de la mala situación. Esperemos que no se dejen llevar por aquellos que acusan a la afición de ser un problema y también terminen vaciando Mestalla. El valencianismo merece respeto y sobre todo un equipo competitivo que no haga sentir vergüenza a los aficionados.