La oposición a Peter Lim y a Meriton, el concepto y el ridículo Miguel Zorío

La reflexión es de Manolo Montalt, y me parece acertada, porque ejercerla es sano, pero si es con "trellat", ya es es la pera limonera

Toni Hernández | 12 NOV. 2016 | 00:08

Peter Lim, su empresa Meriton, es el dueño del Valencia, pero no del 100%, y como cualquier órgano de poder, aunque establecer paralelismos de democracia en una sociedad anónima deportiva me parece un tanto imprudente, que tenga gente que le incomode, que le apriete, que le recuerde que debe hacer las cosas bien, y cuando las haga así que las debe hacer mejor, siempre es importante. Que haya gente seria, con ideas serias, con certezas, que proponga alternativas reales, ya no de poder, algo que nos gusta mucho, sino para mejorar el propio funcionamiento del club, es extraordinario, quizá tanto, que por eso no se ha dado en la vida, y ahora tampoco tiene pinta. Si un tipo, Miguel Zorío, quiere comprar el club, y su "plan" es que el dueño actual pague una multa que encima es injusta, está claro que muy serio no es... Pero vamos, el muchacho lleva años definiéndose él solo.


​​Pero la oposición, y sigo con el hilo de Manolo Montalt, que a los tipos con criterio hay que hacerles caso, debe ser también a nivel de medios de comunicación. Somos muy simples, y digo somos, que me pongo yo el primero, porque al final lo reducimos todo a pelotas rastreros o a críticos recalcitrantes, pero no hacemos el más mínimo esfuerzo de analizar, contar o investigar. Leo columnas "maravillosas" llenas de insultos contra la propiedad del Valencia y la gente que trabaja en el club (eso que a veces pasa cuando estás fuera y antes no, que no es mi caso, por cierto), y ves que el rigor es ninguno, que los temas personales van por delante, y que Donald Trump es el líder espiritual de mucha gente, porque el populismo en todos los sectores está a la orden del día. No hay oposición seria y de verdad desde ningún punto de vista, aunque el Valencia debe ser más accesible en ciertas cosas, con cierta gente. Todos debemos poner algo más. O bastante, según quien sea...