Alcácer sufrirá el recibimiento más hostil desde Mijatovic

Mestalla espera el regreso más polémico de este siglo. Alcácer tendrá que luchar frente a su mala estadística goleadora y ante un público encendido

Jose Hernández | 17 OCT. 2016 | 17:54

Paco Alcácer regresará a Mestalla el próximo sábado y vivirá el primer enfrentamiento ante el Valencia desde que fichó por el Barça. El público valencianista prepara un recibimiento hostil ya que en los últimos años no hubo tanta animadversión hacia un jugador que saliera del club. El Valencia-Barça será un partido de alto voltaje.

Probablemente no habrá tanta presión como aquel 21 de abril de 1997 en el que Mijatovic regresó a Valencia con la camiseta del Real Madrid. La salida del montenegrino marcó un antes y un después para la entidad, pero es cierto que Alcácer ha levantado sensaciones de desprecio parecidas entre el sector más duro de la afición valencianista. No obstante hay que reconocer que existen notables diferencias entre los dos casos. La primera de ellas es que Mijatovic abandonó el club previo pago de su cláusula de rescisión, mientras que en el caso del valenciano su salida se produjo tras un acuerdo entre los dos clubes. Tampoco el nivel deportivo del delantero de Torrent puede equipararse al del balcánico; Alcácer es suplente en can Barça y Mijatovic era una de las figuras del equipo blanco que conquistaría la liga y la Champions en solo dos años. Por supuesto, el enfrentamiento que vivió Pedja con el entonces presidente Francisco Roig alimentó todavía más las hostilidades.

Mijatovic ya había jugado en Mestalla con la selección yugoslava, pero aquel ambiente no se pareció en nada al que se encontró meses más tarde vistiendo la camiseta merengue. Regresó a Valencia en medio de fuertes medidas de seguridad y un tormentoso cruce de declaraciones. Horas antes del choque el montenegrino afirmo: "si marco lo celebraré por todo lo alto" (en este sentido Alcácer se ha mostrado más prudente). Cientos de aficionados valencianistas esperaron al jugador en el aeropuerto, pero la policía le hizo salir por una puerta secundaria y le acompañó al hotel de concentración al margen de la expedición. La situación estaba tan crispada que el futbolista estuvo escoltado por fuerzas del orden desde que pisó tierras valencianas.

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Pero el momento más caliente estaba por llegar. Mestalla dictó sentencia desde el primer minuto y no dejó que el jugador respirase durante los noventa minutos del choque. Silbidos, insultos y una presión que no permitió al balcánico realizar un buen partido a pesar de que posteriormente declaró que no le afectó el ambiente. Raúl adelantó al Real Madrid en el segundo tiempo pero Ortega consiguió netraulizar la ventaja a dos minutos del final gracias a un penalti. A pesar de esta jugada el colegiado Daudén Ibañez fue objeto de las críticas valencianistas, e incluso los dos coches del trío arbitral fueron destrozados por un grupo de vándalos que quisieron llevar más lejos los acontecimientos vividos en una noche muy caliente. Las declaraciones continuaron y el "pique" entre Mijatovic y el valencianismo duró unos años más. Cada visita del montenegrino estuvo rodeada de una gran animadversión, pero nunca se llegó a las cotas de aquel 21 de abril de 1997. A Alcácer le espera un recibimiento muy hostil, pero es previsible que no tan violento como el que se produjo hace 19 años.