La primera visita del Valencia a Madrid y el polémico Echevarrieta

El Valencia visita por primera vez al Leganés, pero los partidos ante clubes madrileños tienen más de 90 años de historia. Recordamos el primer viaje a la capital

Jose Hernández | 24 SEPT. 2016 | 19:35

Valencia y Leganés jugarán por primera vez en el estadio de Butarque, se trata de un enfrentamiento histórico ya que es la primera campaña que el club madrileño compite en la máxima categoría. A lo largo de la historia el Valencia ha disputado encuentros en la capital de España en innumerables ocasiones, pero ¿dónde y cuándo fue su primer partido? Se jugó en abril de 1923 y el rival fue el Racing de Madrid. Aquel año se inauguró Mestalla, pero un mes antes el club vivió uno de los primeros capítulos importantes en su historia.

El estadio General Martínez Campos fue el primer terreno de juego madrileño que albergó un partido del Valencia. El campo, ya desaparecido, se encontraba en la manzana que forman las calles Viriato y Modesto Lafuente, García de Paredes y Fernández de la Hoz en el distrito de Chamberí. El Valencia se presentó en la capital de España para jugar dos amistosos, el primero ante el Racing de Madrid y el segundo ante el Athletic de Madrid en el Metropolitano dos días más tarde; ganó y goleó en ambos.


Aquel Valencia había empezado su despegue competitivo y su nombre comenzaba a ser respetado en el fútbol nacional, aunque el nivel todavía distaba del que tenían los grandes transatlánticos de la época plagados de internacionales. Era el Valencia de Montes y Cubells, los dos ídolos que mantenían dividida a la afición, pero también el de otros hombres célebres como Llovet o el debutante Rino Costa. En 1923 el club ganó el título regional por primera vez y con él el derecho a debutar en el Campeonato de España. El Sporting de Gijón fue el primer rival y el Valencia ganó el partido de ida 1-0 en Algirós.Con el viaje a Gijón comenzó la aventura que llevaría al Valencia a Madrid por primera vez.

Echevarrieta, el primer árbitro en el punto de mira del valencianismo

El Valencia viajó a tierras asturianas para afrontar el partido de vuelta de la eliminatoria copera. Para clasificarse debía conseguir al menos un empate ya que en la época no contaba la diferencia de goles. El Sporting ganó 6-1 y hubo que jugar un encuentro de desempate, pero aquel choque tuvo más historia. El Sr. Echevarrieta, colegiado del encuentro, recibió las quejas de los jugadores valencianistas ya que parece que su arbitraje fue muy parcial y favoreció a los asturianos. Expulsó a los valencianistas Hipólito y Marín, además de señalar varios penaltis. La indignación fue tanta que el portero Mariano abandonó el campo como protesta.Cabe decir que la expectación en la ciudad del Túria por conocer el resultado del encuentro era enorme, tan grande como el nivel de dificultad que tenía enterarse del mismo. Solo había una forma: esperar a que los telegramas enviados por los presentes en Gijón aquella tarde de 1923 llegaran. Diario de Valencia recoge lo siguiente:

"Inútil sería describir la decepción que causó a los nobeles aficionados; los primeros momentos fueron de indignación y después empezaron a llegar telefonemas cuyos textos no coincidían y con ello aumentó la confusión (...) lo que dice el telégrafo es tan escandaloso, que con mucho menos de lo que se dice es suficiente para anular un partido y calificar como atropello cuanto se ha hecho al Valencia (...) ¡Señores de la federación! ¡Sociedades valencianas! ¡Deportistas todos! exigid que se averigüe toda la verdad, y entonces unid vuestras fuerzas y presentad la protesta de esta región, y mientras esto no se haga silencio, silencio, que palabras falsas nada valen y mucho perjudican"

Pero existe una lectura más curiosa de la situación, y el mismo diario aporta una visión que pondría en el disparadero a los jugadores valencianistas. La derrota 6-1 era escandalosa, pero fácil de justificar ante los furiosos aficionados que no presenciaron el encuentro y debían guiarse de los pocos acompañantes del equipo. Bastaba con culpar al colegiado,¿pero fue un atropello tan grande como se decía?

"En estos momentos, tan decisivos para la dignidad del deporte valenciano, hace falta toda la energía que podamos sentir y la prudencia necesaria para impedir que exaltaciones de nuestro carácter, de la razón y justicia nos lleven al ridículo. Si los hechos no fuesen ciertos exijamos responsabilidad a quienes engañan e intentan explotar la pasión"

Como vemos, y a pesar de que los hechos transcurrieron hace 93 años, el debate futbolístico y la guerra de opiniones encontradas en el valencianismo ya se dividía entre la exageración de la injusticia y la crítica exacerbada a los propios miembros del club. El desempate se jugó en Oviedo y el Valencia perdió. Pero antes del partido el presidente de la Federación de Levante exigió que el señor Echevarrieta no fuera de nuevo el colegiado del encuentro. No se aceptó la petición y el despreciado trencilla volvió a dirigir el choque ante la indignación del conjunto blanquinegro. De nuevo hubo exaltación en la ciudad al conocer el resultado, pero esta vez ocurrió un hecho sin precedentes. La multitud se agolpó en las puertas de las redacciones para tener noticias, y por lo visto los ánimos estaban tan caldeados que algunos tuvieron la "ingeniosa" idea de colocar pizarras que daban como ganador al Valencia por 5-4. Después de este esperpento se pudieron leer reseñas como esta:

" ¿Qué dirán en las otras regiones cuando sepan lo ocurrido? ¿Qué concepto formará España de la seriedad de nuestra afición? ¿Qué harán los señores federativos para evitar que esto se repita? Hace algún tiempo dijimos con toda claridad que el deporte valenciano había progresado, pero no tanto como creían las masas. Y entonces tuvimos que sufrir a los impertinentes que sistemáticamente censuran (...) Avanzamos mucho, pero estábamos sobre un pedestal de gloria falso, y la primera vez que hemos probado su resistencia, éste se ha derrumbado quedando sólo lo que somos. Estamos en los primeros escalones de la victoria, con la cabeza alta y mirando arriba, hacia donde queremos llegar y llegaremos, pero aún no hemos llegado"

Palabras que ilustran a la perfección la pasión y el clima de debate que ya generaba una institución con tan solo cuatro años de vida y que terminaba de sufrir su primera eliminación copera y a la vez el primer gran escándalo arbitral a nivel nacional. Y así fue como el Valencia abandonó tierras asturianas en tren y llegó a Madrid para jugar sus dos primeros encuentros en la capital de España. Aprovechando la eliminación se concertaron los dos amistosos ante el Racing de Madrid y el Athletic. Existen diversas fuentes que difieren en el resultado y goleadores del primer encuentro, pero una de las crónicas más fiables y completas de aquel primer partido del Valencia en Madrid la ofrece el diario El Debate en su edición del 14 de abril de 1923.