El mayor engaño de la historia del Valencia vuelve a no ser legal: Llorente, ¿y el dinero?

La ampliación de capital del Valencia de 2009 fue la mayor estafa moral que jamás ningún dirigente le hizo a la afición del Valencia, porque Manolo Llorente, de acuerdo con José Luis Olivas, ya tenía pactada que se cubriría con dinero público, que debemos pagar todos los valencianos, y del que ahora Bruselas exige explicaciones, y aún así, sacaron del bolsillo de valencianistas de gran corazón 18 millones de euros, que algunos tuvieron que pedir en forma de préstamos porque el Valencia lo necesitaba, porque venía Dalport a llevarse el club, porque había que salvar el club. El mayor engaño moral de todos los tiempos, que Andrés Sanchís, que no es santo de mi devoción ni yo de la suya pero ha hecho un trabajo de quitarse el sombrero, ha conseguido que vuelva a no ser legal, ya que la Audiencia Provincial de Valencia, compuesta por los magistrados Carlos Climent, Lucía Sanz y Carmen Melero, le ha dicho al juez que la declaró legal, Francisco de Asís Silla, que "debe practicarse, sin la menor dilación y sin más contemplaciones, el informe pericial a que se aludía en dicha resolución. Será a partir del resultado de dicho dictamen cuando podrá determinarse lo realmente ocurrido y qué grado de responsabilidad cabe achacar a cada uno de los investigados, si es que realmente lo hay". Se reabre la causa contra Manuel Llorente, entonces presidente, Javier Gómez, su mano derecha, y Társilo Piles, presidente entonces de la Fundación. Y el resumen es claro, ¿dónde está el dinero y en qué se usó?

Jamás me cansaré de repetir que aquello fue una estafa moral, un engaño a todos los valencianistas que se dejaron su dinero para nada, ya que Bancaja cubría la ampliación con un crédito avalado por la nada, que también Bruselas quiere saber de dónde salió. Si esta ampliación fuera declarada finalmente ilegal habría que ver muchas cosas, y una de ellas, la responsabilidad de las personas que la llevaron a cabo, aparte de ver en que punto quedan Juan Soler y Vicente Soriano, que fueron los que perdieron el control societario por aquella maniobra. Llorente, ¿dónde fueron casi 90 millones de euros ampliación y 200 en ventas de jugadores para apenas reducir la deuda y no poner un solo ladrillo en el Nuevo Mestalla? No lo pregunto yo, lo pregunta la Audiencia Provincial de Valencia.