David Villa ha vuelto a Valencia, a su casa, de la que le obligaron a irse

David Villa, el Guaje, el 7 de España y el mejor delantero del Valencia desde Mario Kempes, ha vuelto a Valencia, a su casa, de donde nunca quiso irse pero tuvo que hacerlo porque un desnortado Valencia Club de Fútbol andaba a la deriva, y la única solución que encontró el entonces presidente del club, el gran Manuel Llorente, fue la de vender a todas las estrella del equipo, y no especialmente caras, ya que el delantero titular de la selección campeona del mundo apenas les costó a los azulgrana 40 millones de euros. De aquello ya ha ce seis años, aunque Villa ni ha olvidado que le obligaron a irse y él dijo que al Madrid nunca, pero al Barça como Quini si, ni que en este tierra se le quiere porque se ganó el cariño que se le demuestra cuando vuelve.

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"Valencia es como mi segunda casa, estar aquí para mi es algo muy especial, me da la sensación de que nunca me fui. Cada vez que venía a jugar a Mestalla con otro equipo era como si entrara a robar en mi propia casa. Mis dos hijas son valencianas, por eso siempre tengo la sensación de que nunca me fui de Valencia”. Esta frase resumen lo que siente y lo que piensa el Guaje, y no es una forma de hablar o de quedar bien. Quien le lleva sus asuntos, Víctor Oñate, valenciano y valencianista, y amigo hace más de 20 años, siempre hablar del amor por este tierra del Guaje. Ha montado aquí, en Puçol, su primera escuela de fútbol, la Academia CD El Planter-DV7 Academy, la primera de varias que quiere abrir por todo el mundo.