Regenerar la ilusión del valencianismo, el objetivo de Pako Ayestarán

Analizamos algunos puntos que serán esenciales para el éxito del nuevo proyecto del Valencia. Ayestarán debe conseguir que el valencianismo recupere la ilusión

Jose Hernández | 25 MAY. 2016 | 11:00

Pako Ayestarán será el entrenador del Valencia en la temporada 2016-17, tras semanas de rumores el club ha decidido que el técnico vasco continúe en el puesto y le ha encomendado la difícil misión de intentar que el equipo vuelva a los primeros lugares de la tabla. La renovación de Ayestarán ha generado división de opiniones entre la afición, repasamos algunos puntos clave que serán decisivos para el éxito del nuevo proyecto.

Ganarse el respeto de los jugadores y la afición

Por mucho que Pako Ayestarán insista en que es un técnico preparado y que su trayectoria en el mundo del fútbol es larga, el mayor hándicap con el que cuenta en este momento es la desconfianza que genera su figura. El técnico vasco no fue capaz de imprimir carácter a la plantilla en los últimos encuentros de liga una vez que se logró el objetivo de la permanencia, aunque ahora todo debe ser diferente. Es cierto que la pasada temporada los jugadores ya venían de un círculo vicioso muy negativo y la misión de Pako Ayestarán no era fácil. Ahora tiene todo el verano por delante y una pretemporada entera para instaurar su filosofía y sobre todo para conseguir que los futbolistas se impliquen en su idea competitiva. Si lo consigue tendrá mucho camino ganado.

Ayestarán no genera ilusión en la afición en este momento. Los nombres de Pellegrini, Quique Sánchez Flores o Sampaoli, ofrecían mayor expectación, aunque es cierto que ninguno de ellos garantizaba el éxito. Hay que tener en cuenta lo mucho que ha sufrido la grada durante esta temporada y es normal que el nombramiento de Ayestarán genere muchas dudas. La afición pide algo más que palabras y Pako Ayestarán tiene la obligación de conseguir que el equipo enganche desde el comienzo.

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Buenos resultados desde el principio

La temporada será muy larga pero no se competirá en Europa. No existirá la excusa del cansancio por los partidos jugados entre semana y por tanto el Valencia debe ganar encuentros desde el principio. Todos los entrenadores lo necesitan, pero en el caso de un técnico con poco bagaje como Pako es absolutamente necesario. Hay que recordar que el Valencia de Nuno Espirito Santo comenzó muy bien la liga 2014-15, y debe ser uno de los espejos en el que mirarse. A Pako le daría moral y crédito, y lo que es más importante, la grada no comenzaría a revolucionarse pronto. El Valencia debe trabajar muy bien en verano para llegar al arranque del campeonato en plenas facultades físicas. Empezar bien la liga es vital.

Compromiso y entrega

El objetivo del Valencia debe ser luchar por entrar en la Champions, pero existen diferentes caminos para ello y la afición va a examinar con lupa lo que Pako Ayestarán consiga de su plantilla. La indignación de la grada durante esta temporada ha llegado principalmente por la apatía de ciertos jugadores. En este punto la planificación deportiva será decisiva, ya que se debe eliminar del grupo a todo aquel futbolista que no esté dispuesto a mejorar y a darlo todo en cada entrenamiento. Lamentablemente, en el Valencia actual han existido muchos casos de jugadores que no han dado la talla y han pensado más en sus intereses personales que en el bien del grupo. En este momento la misión de Pako es lograr un equipo implicado, si no lo consigue no tendrá excusa. El Valencia debe volver a Europa, pero sobre todo tiene que hacer olvidar el ridículo y la imagen ofrecida durante varias fases de esta temporada.

La importancia de la Copa del Rey

El equipo solo competirá en dos competiciones durante 2016-17 y la copa es la vía más fácil para intentar luchar por un título. No hay que engañarse y cabe reconocer que a día de hoy el Valencia está muy lejos de los tres equipos más poderosos, por tanto no se debe "tirar" esta competición como ha ocurrido en otras campañas. El ejemplo del Sevilla puede servir de referencia. Pocos se acuerdan en la ciudad hispalense de que el rendimiento liguero del conjunto andaluz no ha sido bueno en los últimos años (con Unai Emery al frente no logró todavía terminar una liga entre los cuatro primeros), pero la gran cantidad de finales jugadas en otras competiciones ha colocado al Sevilla en la esfera competitiva. El Valencia debe luchar por jugar la Champions League, pero hay que ser razonable en los objetivos y pensar que la ilusión de la afición debe regenerarse. Cumplir en la liga y disputar una final copera sería un buen comienzo, no es un objetivo imposible ya que no existe la exigencia de jugar en Europa.