Fichajes frustrados del Valencia: Alessandro del Piero

El Valencia estuvo muy interesado en fichar a la estrella italiana en 1997. Del Piero pertenece a la extensa lista de fichajes frustrados de la historia del club

Jose Hernández | 14 MAY. 2016 | 11:00

El Valencia quiso fichar a Alessandro del Piero en 1997, su nombre pertenece a la lista de jugadores por los que suspiró el club en alguna ocasión pero nunca terminaron firmando por la entidad blanquinegra, se trata de uno de los fichajes frustrados de la historia del Valencia, en este caso muy mediático.


Una vez que el Valencia ha finalizado la liga 2015-16, es tiempo de planificar la plantilla de la próxima temporada y por supuesto de hablar de posibles fichajes, como sucede todos los años, muchos serán los nombres relacionados con el club, y de todos ellos solo unos pocos terminarán jugando en Mestalla. Curiosamente Alessandro del Piero nunca jugó en el estadio valencianista a lo largo de su carrera, pero en 1997 pudo fichar por el Valencia, al menos el presidente del club en aquella época, Francisco Roig, realizó una ofensiva millonaria para intentar hacerse con el delantero.

Hay que contextualizar la época, recordar quien era en aquellos tiempos Del Piero y también la situación por la que atravesaba el Valencia. A sus 22 años Del Piero era considerado como la gran estrella de futuro del fútbol italiano, aunque ya estaba totalmente consolidado en una Juventus que se preparaba para hacer historia. Un año antes la Juve había tocado el cielo en Roma al conquistar la Champions League ante el Ajax de Louis van Gaal, y en 1996-97 volvió a plantarse en la final de la mano de futbolistas como Vieri,Zidane o Del Piero. No obstante, el futuro del jugador estaba en el aire.


La Juventus planeaba cambios en su plantilla y el nombre de Del Piero sonaba en las quinielas de posibles salidas ya que se hablaba de propuestas muy interesantes en lo económico. El Manchester United fue el club más interesado ya que pensó en él como recambio de Eric Cantona. La Juve no descartaba la venta del jugador, más si cabe después de que el equipo perdiera la final de la Champions contra todo pronóstico frente al Borussia Dortmund; en aquel encuentro Del Piero no fue titular. Fue precisamente en Munich (sede de la final) y durante esa semana cuando el Valencia intentó fichar a Del Piero.

La posibilidad nunca llegó a ser una opción real, pero Roig estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana y ofrecer una cantidad de dinero que superaba los 2000 millones de las antiguas pesetas para firmar a Pinturicchio. El club valencianista también estaba interesado en un lateral portugués de la Juventus, Dimas, pero pronto la prensa internacional se hizo eco de que el verdadero motivo de aquel viaje no era otro que convencer al club bianconero para traspasar a Del Piero al Valencia.

Y es que Roig soñaba con construir un Valencia en el que tuvieran cabida los mejores jugadores del mundo. Una estrategia que tuvo mucho de humo pero en la que también existieron promesas cumplidas. Roig vistió de valencianista a Romario y pocos meses antes había conseguido traer a España al Burrito Ortega, el futbolista más cotizado de Argentina. En mayo de 1997 se planeaba un nuevo proyecto ya que el equipo había vivido una profunda decepción al no ser capaz ni tan siquiera de clasificarse a Europa, razón por la que el entrenador, Jorge Valdano, se encontraba en la cuerda floja.

Roig era hombre de ideas fijas, y durante esos días la continuidad del técnico argentino no estaba en sus planes. Sería un verano muy movido y largo en cuanto al mercado de fichajes, pero el presidente valencianista comenzó a lo grande. Meditaba juntar en un mismo equipo a Romario, Ortega y Del Piero, algo que sin duda encendió la llama de la ilusión para unos aficionados que habían perdido la confianza. A pesar de que podemos pensar que aquella operación rozaba lo imposible, la Juve escuchó al Valencia y valoró el traspaso de la estrella. Probablemente Del Piero no habría aceptado jugar en un club que esa temporada no estaría en competiciones europeas, o quizá sí. El proyecto que presentaba el Valencia era de lo más ambicioso y la Juve vendería a alguna de sus estrellas, de hecho pocas semanas después el club italiano sí aceptó una oferta de similares características para traspasar a Vieri al Atlético de Madrid. La liga española se había convertido en la gran mina de oro del fútbol europeo debido a los contratos televisivos que entraron en vigor la temporada anterior.

La opción Del Piero se difuminó con rapidez, pero Roig seguía obstinado en ofrecer la guinda a un equipo que ese verano sí se encontraba entre los favoritos a luchar por el título. Valdano se quedó y Romario regresó a la plantilla firmando un verano de goles y detalles para el recuerdo. El brasileño se lesionó en su mejor momento durante un partido del Trofeo Naranja ante el Flamengo (esa noche ya había marcado y dos días antes anotó tres goles frente al Palmeiras delante de un estadio de Mestalla entregado). En los últimos días del mercado Francisco Roig viajó a Italia para negociar el traspaso de varios jugadores. Algunos se atrevieron a afirmar que el presidente volvería a negociar el fichaje de Del Piero, y es que la posible llegada del italiano había creado mucha expectación tres meses antes.

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La realidad fue que el motivo de aquel viaje era intentar fichar al lateral de la Lazio Giuseppe Favalli y en caso de que no se llegara a un acuerdo volver a tantear la opción del viejo conocido Dimas. De paso,en las conversaciones con la Juventus también se habló de un delantero secundario que no contaba para Marcello Lippi, Padovano. La Lazio pidió demasiado dinero por Favalli y de Michele Padovano poco más se supo. Pero Roig no se vino de Italia de vacío.

Al día siguiente Del Piero no apareció en el aeropuerto de Manises como el nuevo mesías del valencianismo, aunque el presidente presentó en sociedad a Amedeo Carboni, un defensa curtido en mil batallas que terminaba de operarse de una grave lesión y estaba a punto de firmar por el club de Mestalla. Llegaba a precio de saldo (poco más de cien millones de pesetas), y por supuesto su fichaje no ilusionó a nadie teniendo en cuenta los nombres que se habían barajado. A la larga fue una de las contrataciones más rentables de la historia del club, eso sí, Del Piero se perdió para siempre entre los fichajes frustrados que nunca llegaron a jugar con el Valencia.